Peeling facial, un básico en la rutina de belleza: qué es, cuántos tipos existen y qué puede hacer por la piel

  • La palabra peeling ya está más que asentada en nuestro vocabulario pero no conocemos ni la mitad sobre ella

  • Peeling enzimático, peeling químico, peeling ultrasónico…muchos son sus tipos y aplicación y cada uno cuenta con sus propiedades. Toma nota

Desde hace un tiempo, no paramos de oír hablar del peeling. Ya es un básico en el mundo de la belleza. Pero más allá de lo que es la mera exfoliación, muchas veces no nos queda muy claro lo que es un peeling. Vale, sabemos que el peeling es necesario para limpiar la piel y liberarla de células muertas cada cierto tiempo, pero más allá de eso, empezamos a experimentar una especie de bloqueo mental cuando nos adentramos en el mundo del peeling, y es que, cada vez hay más tipos, con nuevas propiedades y que son más o menos indicados según nuestro tipo de piel. Así que, empecemos por el principio.

¿Qué es un peeling facial?

Un peeling facial es un tratamiento o procedimiento que se basa en “pulir” la capa superior de la piel para eliminar las células muertas, la suciedad acumulada, el exceso de grasa, las pieles secas y, en definitiva, las imperfecciones. Es importante realizarlo porque ayuda a que la piel se renueve y se regenere para así, además, no solo recuperar su brillo, luminosidad y jugosidad, también retrasar el envejecimiento, alisando las arrugas, y evitar el prematuro. También suaviza las cicatrices y hace que las manchas se disimulen y se iguale el tono. Y por último, permitir que los tratamientos y sus principios activos que se apliquen después se absorban correctamente y sean más eficientes. Pero, ¿cómo hacerlo?

Peeling mecánico

Como ya hemos avanzado, no solo existe un tipo de peeling, sino que hay varios para adaptarse a las diferentes necesidades y tipos de piel. El primero de los tipos de peeling facial es el peeling mecánico, que es el más común y antiguo y el peeling en la cara que más hacemos en casa porque es, básicamente, lo que todos conocemos por exfoliación. Es decir, es el peeling en la cara que se realiza con un producto con grano como el azúcar, las semillas de frutas u otro artificial que lo que hace es arrastrar literalmente la suciedad. Hace una limpieza profunda pero puede causar arañazos en la piel o ser algo agresivo con las más sensibles y provocar rojeces, en lugar de que los resultados sean pieles suaves y frescas. Eso sí, de precio resulta de lo más económico de forma general, aunque dependerá también de la marca y del tipo de grano con el que se haga el peeling. Una opción es este exfoliante de Dr. Oracle en Miin Cosmetics, disponible por 25,95 euros.

Peeling químico

Otro de los que se han convertido en los peelings más recurrentes en este momento, a pesar de ser de los más novedosos. “Un peeling químico es el tratamiento clínico número uno a nivel mundial. Se utilizan ácidos de grado profesional aplicados sobre la piel con una pequeña brocha que ayuda a redefinir y retexturizar la complexión de la piel. Con un precio muy inferior a un láser, pueden reducir drásticamente la apariencia de arrugas, pigmentación y otras imperfecciones”, explica Elliot Isaacs, fundador de la firma Medik8. “Para incrementar la exfoliación, se estimula la regeneración celular desde la capa base, eliminando también aquellas capas que quizás contienen pigmento indeseado o una textura preocupante, reemplazándolo por tejido renovado”, añade Isaacs.

Estos ácidos pueden ser los conocidos como AHAs y BHAs (alfahidroxiácidos, como el glicólico, el mandélico o el láctico, que ahora se han puesto tan de moda). “Estos ácidos trabajan para reconfigurar la apariencia de la piel mediante un proceso exfoliador de las capas de la epidermis, suavizando finas líneas y arrugas, así como homogeneizando el tono”, añade Elliot Isaacs. Es decir, no se basan solo en limpiar y pulir la piel, ayudan a regenerarla porque promueven la producción de colágeno, reduciendo los signos de la edad y las imperfecciones. Los BHA, como el salicílico, penetran muy dentro de los poros reduciendo su tamaño y descongestionándolos, evitando así la aparición de granos. También se han encontrado feelings con TCA o ácido tricloroacético que penetran mucho más en profundidad que los otros dos.

Tras realizar un peeling químico no hay que alarmarse, pues puede haber un proceso de pelado de la piel debido a que las células de debajo de la piel pasan a la superficie, pero enseguida observaremos un antes y un después. Aún así, para que el peeling químico funcione, se necesitan varias sesiones y además un refuerzo con tónicos exfoliantes con estos ácidos del peeling químico que se han puesto ahora tan de moda, como este de Pixi Beauty (24,99 euros): “aunque con uno ya notaremos resultados, lo cierto es que lo más efectivo es hacer alrededor de seis peelings, distribuidos en un período de unas doce semanas, acudiendo al centro cada dos”. Explica Elisabeth San Gregorio, técnica especialista en este tipo de protocolos. También se deberá aplicar un producto que refuerce la regeneración celular y que, además, reduzca la sensación de irritación, como Medik8 Ultimate Recovery (44 euros).

A pesar del miedo a la irritación, el peeling químico está recomendado para todo tipo de pieles puesto que tiene grandes beneficios. Los peelings son tremendamente beneficiosos, y una forma no invasiva de resolver una preocupación muy específica, solucionándola en un muy corto período de tiempo”, explica Elisabeth San Gregorio. En el caso de las pieles más sensibles se deberá hacer un tratamiento previo para evitar la hipersensibilidad y además, en todos los casos, consultar con el especialista para ver cuál sería el tipo de peeling más adecuado para nuestra piel. En este sentido, destaca el programa12 Weeks to Wow, de Medik8. Un plan de doce semanas que ofrece diferentes peelings específicos que se combinan con la filosofía CSA de Medik8 para tratar la piel de manera completa. Como añade Elisabeth, “Solo tres productos son necesarios: uno con vitamina C por la mañana, protección solar durante el día, y vitamina A por la noche”. Su precio está en torno a los 530 euros.

Peeling enzimático

El peeling enzimático es otra de las formas de peelings en la cara que se pueden hacer en casa, como el mecánico. El peeling enzimático exfolia la piel con enzimas vegetales, ya sean de frutas o de plantas. Se trata de una exfoliación mucho más suave, lo que evita las rojeces, la inflamación y la descamación de la piel. El peeling enzimático se puede hacer con cremas, en polvo o en mascarilla, que se activan al contacto con la piel y el agua también en el caso del polvo. No hay que frotar, simplemente se deja reposar sobre la piel dejando que las enzimas actúen desde el interior. Las enzimas penetran en las primeras capas de la piel y buscan y encuentran las células que ya no le sirven a la piel y entonces hacen que se terminen de desprender de la piel. Después de los 10 minutos en los que el producto actúa, se retira con agua y con él toda la suciedad y células muertas.

De esta forma, este peeling enzimático solo elimina las células de las que la piel ya puede prescindir, a diferencia del peeling mecánico o el químico que, como no hace selección, también puede llevarse consigo algunas células sanas. Al tratar la piel desde dentro, la limpia más en profundidad previniendo el acné y oxigena la piel. Está indicado para todo tipo de pieles, pero especialmente las más sensibles ya que es muy natural. Una opción es este de Pixi que está disponible en Sephora a un precio de 33,99 euros.

Peeling ultrasónico

Lo primero que hay que saber del peeling ultrasónico es que no se puede hacer en casa (o no se recomienda), sino que se trata de un tratamiento en cabina. Limpia el cutis en profundidad, desobstruye los poros y reduce las manchas, marcas y arrugas con una espátula de acero quirúrgico que vibra con ondas mientras va pasando por la piel. Es decir, se hace mediante ultrasonido.

En lugar de eliminar solo las células muertas, esta técnica elimina la capa superficial de la tez para una mejor renovación de la piel. Además, las ondas de ultrasonido fomentan la regeneración de colágeno y elastina y se mejora la oxigenación y nutrición de la piel, ya que activa la circulación de la sangre.

Este puede ser de onda pulsada, no genera calor y permite potencias más intensas; onda continua, es el más agresivo por el calor y puede provocar quemaduras; u onda mixta, combina ambos, dependiendo del que sea más adecuado para nuestro tipo de piel. Por eso, el peeling ultrasónico puede ser usado en todo tipo de piel, salvo si padeces rosácea, no cicatrizas bien o tienes otras afecciones de la piel, y además los resultados del antes y el después son inmediatos. Mejora la textura de la piel y muestra un aspecto mucho más relajado. Es menos agresivo que el peeling químico.

Peel off

Además de los diferentes tipos de peeling, otra de las opciones para liberar el rostro de suciedad y de las células muertas son las mascarillas peel off.peel off. Estas atraen los restos de la piel durante el tiempo que se encuentran en ella actuando y después se despegan, eliminando la obstrucción de los poros y la piel muerta principalmente. Eso sí, no favorece la formación de colágeno y elastina ni la oxigenación de la piel. Un ejemplo que está muy de moda son las mascarillas de carbón como esta de Sephora, que puedes encontrar a un precio de 9,99 euros.