No hay tema sobre el físico que no haya tratado Tania Llasera con esa espontaneidad que le caracteriza en sus redes sociales. La presentadora siempre ha querido visibilizar la idea de que lo normativo no debe de influenciarnos a la hora de enfrentarnos a nuestro aspecto físico. Un tema que le ha traído, en ocasiones, algún que otro quebradero de cabeza. Su peso, el cambio físico que ha sufrido o el ayuno intermitente que sigue a rajatabla son algunos de los temas que han generado numerosos comentarios tanto positivos como negativos, ejerciendo de altavoz del movimiento ‘body positive’. Pese a que en ocasiones ha salido a responder a los temidos ‘haters’ que critican sin piedad algunas de sus publicaciones, la periodista ha demostrado con su última imagen que está orgullosa de sus imperfecciones y sin miedo al qué dirán.
“No puedo ser más asimétrica o tener la nariz más torcida o los dientes menos alineados, hasta el agujero de la cicatriz de mi antiguo piercing en el labio de abajo está mal centrado”, empezaba a enumerar algunas de las incorrecciones que se contemplan en su rostro. “Pero aun así, a mí me gusta mi jeta”, aclaraba, compartiendo varias fotografías en blanco y negro donde se podían observar estos rasgos que especifica y señala en el texto. Además, Llasera se ha dejado ver sin una gota de maquillaje y al natural, debido a que “su piel necesita al menos un día de desintoxicación” y ahora con más razón si se suma que hay que llevar puestas las mascarillas, algo que “tampoco ayuda”.
La incertidumbre creada por la COVID, la situación de no saber y la ansiedad derivada de este año tan nefasto para todos ha originado un enfado desmesurado en la comunicadora, que ha comenzado a evitarse a sí misma viendo películas hasta altas horas de la madrugada. “He pedido una cita con mi psicóloga de manera virtual porque no estoy bien”, afirmaba en su Instagram, donde acudía porque consideraba “importante hablarlo también en las redes” y visibilizar así la importancia que tiene la salud mental. “Está bien no estar bien, no siempre estamos fenomenal. Es sano, normal y nos pasa a todos”, ha querido tranquilizar a todas aquellas personas que estaban detrás de la pantalla y estaban viviendo la misma situación que ella.
Hace unas semanas, Tania enseñaba a sus más de 700 mil followers unas fotografías en las que mostraba al desnudo para hablar sin tapujos sobre su físico. “No todo mi cuerpo me gusta. No toda mi personalidad me flipa. Hay ratos que no me aguanto ni yo”, afirmaba en un post, donde reconocía que obligarse a aceptar su figura también estaba siendo tóxico: “un brazo es un brazo, no estás obligada a adorarlo, ni a odiarlo tampoco, puede existir de manera neural”, explicaba en qué consistía el denominado movimiento ‘body neutrality’. Llasera confesaba que había momentos que se sentía una diosa y otros se detestaba, pero que esto era algo normal y que le ocurre a todo el mundo.