Vanesa Romero cambió su vida gracias a la dieta macrobiótica: así fue su punto de inflexión

Vanesa Romero abrió su canal de YouTube hace ya más de un lustro y desde entonces, como hace también en su perfil de Instagram, ha compartido con sus seguidores su día a día. Muchos de sus vídeos exploran su faceta profesional, desvelando curiosidades de los rodajes o charlando con compañeros de reparto. Pero buena parte de sus publicaciones tienen que ver con su estilo de vida: contenidos sobre belleza o en los que muestra por dentro su casa, el chalé de estilo industrial en el que vive a las afueras de Madrid. Y siempre ha habido un hueco especial para sus sanas rutinas alimenticias. Hace años, la alicantina reconoció que experimentó un antes y después a ese respecto debido a la dieta macrobiótica. Analizamos en qué consiste la dieta que cambió la vida de Vanesa Romero.

Con lo que respecta a la cocina, a la actriz le encanta publicar recetas en su canal, inactivo en los últimos meses. Aunque algunos de sus vídeos sí se han realizado ya desde la amplia y luminosa cocina que Romero reformó cuando se mudó a su nueva vivienda, incorporando una espaciosa isla que permite hacer de la estancia una "zona de encuentro", buena parte de sus vídeos tienen un tiempo y fueron grabados en su anterior hogar. Y entre ellos se encuentra la publicación en la que explicó las bases de su alimentación.

Fue en 2016 cuando Romero explicó la trascendencia que la dieta macrobiótica tenía de aquella en su rutina, un vídeo que supera las 245 mil reproducciones. El tema era fuente constante de preguntas y dudas de los seguidores de la actriz, así que Romero decidió entonces contar con todo tipo de detalles cómo llegó esta dieta a su vida, en qué consiste este tipo de alimentación y qué suponía en su día a día seguir estos principios nutricionales.

Todo comenzó cuando, hace unos años, Vanesa acudió a un hotel macrobiótico para realizar un reportaje para una revista. La actriz no se encontraba entonces en su mejor momento, sin muchas energías, sufriendo cansancio y con el colesterol muy alto, así que cuando el director le recomendó que se animase a probar esta forma de alimentación, decidió que no tenía nada que perder. Leyó mucho al respecto y se dio un mes de prueba para experimentar con la dieta.

Una vez superado dicho periodo, la alicantina se hizo unos análisis para evaluar cuál había sido el impacto de este cambio vital. Los resultados le hicieron comprobar que había dado con la tecla adecuada. Pero a la actriz no es partidaria de generalizar: Vanesa siempre ha dejado claro que una dieta no tiene por qué venir bien a todo el mundo, recomendando que cada persona analice con ayuda de profesionales cuál puede ser la solución más idónea a sus problemas de alimentación.

La macrobiótica, como apuntaba Vanesa en el mencionado vídeo, es más que una dieta. Se concibe como una forma de vida que entiende la comida como una auténtica medicina. Seguida por muchas celebrities, como Madonna o Isabel Preysler, aspira a la función de equilibrar el PH de la sangre, entre aquellos alimentos acidificantes y los alcalinizantes, para optimizar los efectos que ambos tipos tienen en nuestro cuerpo.

Por eso, según la macrobiótica los alimentos se dividen por grupos, y existen pautas respecto de cuáles hay que potenciar y cómo se pueden combinar entre sí. Para ello, Vanesa contaba con una guía, que adquirió en un herbolario, y que le servía para tener presente la valoración de los alimentos y otras reglas importante a la hora de configurar sus comidas.

Entre otros principios, la macrobiótica establece que una dieta equilibrada debería de contar con una serie de proporciones en su composición: un 60%-50% deberían de ser cereales integrales, entre un 20-30% serían verduras de temporada, un 5-10% de sopas (como la sopa miso, que prepara el estómago para la digestión de otros alimentos) y otro 5-10% de legumbres.

El cereal integral es, como explicaba Vanesa, la base principal de la macrobiótica ya que, al no ser refinado, tiene más fibra, es más saciante y aporta la energía necesaria para el día, que se reparte de forma progresiva. El azúcar desaparece completamente de la dieta.

En una reciente entrevista para la revista Women’s Health, la actriz, que en lo personal se reconcilió hace unos meses con su ex Emilio Esteban, ha comentado cuáles son algunas de sus rutinas alimenticias actuales y qué reglas sigue hoy en día. Hace tiempo que Vanesa no hace menciones directas a la dieta macrobiótica (aunque en algunos de sus vídeos más recientes sí habla de la importancia de los alimentos alcalinizantes, reconoce al mismo tiempo no ser estricta en lo referente a la alimentación), pero sigue reconociendo que le encanta comer bien e intenta nutrirse de la forma más saludable posible.

Las frutas y las verduras nunca faltan en su cesta de la compra, pero admite también permitirse caprichos de vez en cuando, especialmente salados, o probar versiones sanas de algunos postres que le gustan, recetas que sigue compartiendo habitualmente en su canal.