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Un mes después de darse el 'sí, quiero' por sorpresa en Las Vegas, Jennifer López y Ben Affleck vivieron - el pasado 20 de agosto - una boda con la que soñaban desde hace más de veinte años, cuando estuvieron juntos por primera vez. La granja que el actor tiene en Savannah, Georgina, fue el lugar elegido para una celebración que duró tres días y de la que por fin ahora conocemos todos los detalles. Nada más volver de la luna de miel que han disfrutado por Italia, la cantante ha publicado en su página web imágenes inéditas del gran día y una extensa carta en la que asegura que "todo culminó en ese momento", el que ya ha pasado a ser "uno de los más perfectos" de sus vidas.
"A las seis y cuarenta y cinco del sábado veinte de agosto, el sol se liberó y arrojó sus rayos como pequeños diamantes bailando sobre el río detrás del altar improvisado en nuestro patio trasero. El cielo era azul claro y nubes distantes de un blanco puro se aferraban al cielo. Mientras el sol se ponía detrás de los robles cubiertos de musgo español, una brisa cálida barrió el césped donde se sentaban nuestros familiares y amigos más cercanos y, por fin, comencé a bajar las escaleras que se convertirían en el pasillo que me conduciría hacia el resto de mi vida. Estaba pasando", ha recordado ahora la actriz.
En esa misma casa, veinte años atrás, Ben Affleck y Jennifer López hablaron de que 'True Companion', de Marc Cohn, sería la canción "de amor perfecta" para una boda. Por eso, en su gran día, la artista sorprendió a su prometido y le pidió a Marc que les acompañase cantando en su boda. Además de esa canción, el artista también interpretó 'The Things We´ve Handed Down', que fue la canción que sonó mientras JLo caminaba hacia el altar con sus dos hijos y los tres de Ben. "Me dijo que los acordes de la canción y ver a Marc Cohn lo sorprendieron y le permitieron sentir la forma en que ambos caminos que habíamos recorrido encontraron su camino, inevitable, inexorablemente y perfectamente juntos", ha dicho Jennifer sobre las palabras que le dedicó su marido ante tal sorpresa.
La ex de Marc Anthony ha dicho emocionada que durante su caminata hacia al altar estaba completamente concentrada en no pisarse el vestido, pero cuando llegó y se acercó a su marido, "algunas viejas heridas se curaron y el peso del pasado se quitó" de sus hombros. "Círculo completo, y no de la forma en que lo planeamos. Mejor", ha dicho la artista sobre lo que ha supuesto el broche de oro a una relación que comenzó hace ya veinte años.
En esta celebración, que duró tres días y tuvo una postboda, hubo unos "cotratiempos inesperados" que hicieron aún más especial el gran día, tal y como ha contado la protagonista. "Había llovido al atardecer todos los días de esa semana. Todo el mundo estaba preocupado por el calor, las 'moscas del amor', los detalles, si los invitados llegarían todos a tiempo, etc., por no hablar de los truenos y relámpagos que llegaron casi a tiempo cada día a la hora exacta en la que se suponía que iba a empezar la ceremonia ese sábado", ha recordado ahora la cantante.
Además, JLo ha contado que todos se contagiaron "de un virus estomacal" y estuvieron recuperándose hasta el final de la semana: "Eso, y junto con algunos otros contratiempos inesperados, tenía todos los ingredientes para un fin de semana de boda algo especial".