En octubre de 2020 fallecía Fernando Falcó, marqués de Cubas, título que pasaba a heredar su único hijo, Álvaro, nacido fruto de su matrimonio con Marta Chávarri, fallecida el pasado 21 de julio, a los 62 años, a causa de un infarto cerebral. Una pareja que sorprendió a todos en su momento, porque el marqués era un conocido rompecorazones y una jovencísima Marta consiguió conquistarle por completo.
El marqués de Cubas confirmaba en una entrevista concedida a la revista Hola antes del enlace, que no le había costado demasiado darse cuenta de que esta joven, con la que se llevaba 20 años de diferencia, era la mujer de su vida y que quería casarse con ella. De Marta destacaba que era una “mujer inteligente”.
Marta se mostraba reticente a responder a las preguntas de la revista, pero sí que revelaba cómo su vida había estado marcada por todos los lugares en los que se había criado, gracias a lo que se desenvolvía con soltura en inglés y en francés. Nacida en Madrid en 1960, con dos años se mudó con sus padres a Suiza y con siete años se trasladaron a Washington, regresó a Madrid y después vivió en París, para volver a la capital a vivir con sus abuelos.
Ella era hija del embajador Tomás Chávarri y Matilde Figueroa (hermana de Natalia Figueroa, esposa de Rafael), nieta de los marqueses de Santo Floro y bisnieta del Conde de Romanones. La mayor de cinco hermanos, se convirtió en una suerte de cabeza de familia cuando fallecía su madre a los 35 años.
Dicen que la pareja se conoció cuando Marta tuvo que renovarse el permiso de conducir tras su estancia en Estados Unidos, y se puso en contacto con el marqués de Cubas para obtener consejo. Él era presidente del RACE.
La pareja se casaba el 2 de junio de 1982, una boda celebrada a la una de la tarde en la Catedral de Plasencia. Un acontecimiento que nadie del mundo de la aristocracia quiso perderse pues, para muchos, esta era la boda del año. La celebración posterior tuvo lugar en el palacio familiar de Mirabel, mismo lugar en el que años después escogería casarse su hijo con Isabelle Junot.
Marta sorprendía con un vestido con mangas con gran volumen gracias a los volantes que le aportaban un toque de inspiración flamenca, los volantes se repetían también la falda, eso sí, en esta posición eran de gran tamaño. Acompañó el vestido con un peinado de cabello recogido y tirante, al que sujetó un velo de tul con pequeños detalles florales bordados.
Marta era una de las grandes it girls del momento, su estilo era admirado y su traje de novia marcó a una generación. Se convirtió en el objetivo de todas las cámaras y allí donde iba era seguida y fotografiada. Tan solo un año después de la boda, nacía Álvaro, el único hijo de la pareja, que se separaría tras siete años de convivencia.
En febrero de 1988, la revista Diez Minutos publicaba unas imágenes de Marta y el financiero Alberto Cortina, por aquel entonces casado con Alicia Koplowitz, saliendo de un hotel de Viena. El matrimonio anunciaba su separación y era Fernando quien se quedaba con la custodia de su hijo.
Marta y Alberto se casaban en 1991 y se divorciaron en 1995. Por su parte, Fernando volvía a encontrar el amor años después junto a Esther Koplowitz, con quien se casaría en 2003 y de quien se divorciaba en 2009.