Los mejores looks de madrina que no te dejarán indiferente

  • La madrina debe buscar un estilo con el que se identifiques y en el contexto de la ceremonia

Las madrinas, del mismo modo que las bodas, han evolucionado con el tiempo. No hay un estilo único y válido, todo depende de tu edad, de tu estilo y del tipo de boda, aunque nunca debes elegir un look que compita con el de la novia y en caso de no haber novia, no te vistas como si tú lo fueras.

Ser madrina de una boda es una responsabilidad y te guste o no deberías cumplir con un cierto protocolo, salvo que se trate de una boda diferente y sus protagonistas hayan decidido saltárselos todos. Si no es así y dentro de tus gustos, debes seguir una serie de reglas no escritas.

La primera regla es que no es tu boda, tu eres la madre, la hermana, la hija o la mejor amiga del novio y la boda se hará en el lugar y de la manera que decida la pareja. Tú, como madrina, debes buscar un estilo con el que te identifiques y que tenga sentido en el contexto de la ceremonia, ya se celebre en el campo, en la playa o en la ciudad, de día o de tarde. Te contamos cuáles son las tendencias de 2020 para que elijas la más adecuada para ti.

Madrina por la iglesia y de mantilla

En las bodas religiosas, en algunas zonas como Andalucía o Madrid continúa la tradición de llevar mantilla para las madrinas más clásicas. No es una decisión que se tome a última hora, pues la mantilla condiciona el resto de la indumentaria: la mantilla debe ser negra (es el color reservado a las casadas), el vestido largo (no importa si la boda es de día o de noche) de una pieza y de manga larga o francesa, aunque esta norma se ha relajado. En cuanto a las joyas, es mejor contenerse y además del broche con el se sujeta la mantilla, puedes elegir unos buenos pendientes.

Otra opción es elegir un tocado o un sombrero, pero ten en cuenta que si quieres optar por una pamela sólo son adecuadas para una boda de día, no debe sobrepasar la medida de los hombros y nunca se debe combinar con un vestido largo. Debes sentirte muy cómoda con el tocado elegido, que no parezca que él te lleva a ti, y siempre tiene que ser un complemento del vestido, no destacar por encima del resto del look.

Madrina sin tocado

No hacen falta ni tocados, ni mantillas ni grandes joyas para ser una madrina en toda regla. Un patrón adecuado a tu cuerpo, un color que te favorezca y un detalle que te distinga del resto de invitadas como las mangas capa de este vestido de madrina, unas bonitas joyas o un clutch que contraste con tu vestido (mejor si no va a juego con los zapatos) y será más que suficiente para un resultado sobresaliente.

La sobriedad no está reñida con el color ni con los pantalones, puedes apostar por un traje de patrón sencillo en un color vibrante o en tonos pastel, especialmente si se trata de una boda de día en primavera. Si vas a elegir un estampado, mejor que sea algo suave o en diferentes tonalidades del mismo color, si te pasas es posible que eclipses a la pareja y sólo se te vea a ti en el altar.

Madrina joven

Si como hermana te toca hacer de madrina, no te vistas como el resto de las invitadas, rescata una prenda vintage de tu armario y dale tu toque personal. Si se trata de una prenda espectacular, acompáñala de otras neutras y conviértela en protagonista del look.

Si eres la hermana, la hija o la mejor amiga del novio también puedes optar por un vestido de madrina conservador, pero con un añadido que lo rejuvenezca y lo haga especial, ya sea por el patrón o por el tejido elegido, como este vestido-abrigo con lazada al cuello. Súmale un tocado o unos zapatos joya y tendrás el look de madrina perfecto para una mujer joven.

En cualquier caso, ser madrina no te exige que apuestes por prendas clásicas, también la madrina se puede permitir relajarse a la hora de encontrar el look adecuado y optar por trajes y vestidos menos clásicos. Aún así no te despistes, recuerda que eres la madrina y que no debes hacer sombra a la pareja, por eso debes evitar los escotes excesivos, los volúmenes teatrales o recargarte con demasiados brillos y lentejuelas.