La boda entre Haakon de Noruega y Mette-Marit: del enlace de cuento al polémico contrato prematrimonial

  • Mette-Marit y Haakon de Noruega se dieron el 'sí, quiero' en agosto de 2001.

  • Los primeros momentos de su noviazgo no fueron especialmente fáciles.

  • Tanto la familia real noruega como la opinión pública no estaban contentos con el pasado polémico de Mette-Marit.

Podemos considerar que la historia de amor entre Mette-Marit y Haakon de Noruega fue de cuento de hadas -con sus momentos más dramáticos y su final feliz-. El hijo pequeño de Harald y Sonia comenzó una relación con una joven Mette-Marit que, en sus inicios, no estuvo bien valorada, ni por su propia familia ni por la opinión pública. ¿La razón? Su nueva novia no provenía de ninguna familia real y, además, había coqueteado con las drogas y había frecuentado sitios no muy recomendables para una futura reina.

El pasado de Mette-Marit fue especialmente controvertido

Mette-Marit había sido madre de un niño, en 1997, fruto de una relación extramatrimonial, ya que su marido había sido condenado por tráfico de drogas. Así, la joven decidió convertirse en madre soltera y criar a su hijo Marius por su cuenta. Fue cuando el pequeño tenía dos años cuando conoció a Haakon. Ambos coincidieron en un festival de rock y poco menos de un año más tarde ya estaban viviendo juntos.

Cuando Haakon y Mette-Marit decidieron irse a vivir juntos saltó la polémica

Esta decisión tampoco estuvo apoyada por la familia real noruega ni mucho menos por los propios noruegos. Eso sí, la pareja decidió seguir adelante con su relación, haciendo oídos sordos sobre todo lo que se rumoreaba sobre ellos. Por eso, en noviembre del 2000 decidieron comprometerse.

Pasaron por el altar el 25 de agosto de 2001

Esta se convirtió en la primera boda real del siglo. El enlace se celebró el 25 de agosto de 2001 en la catedral de Nuestro Salvador de Oslo. Para ese momento tan especial, Mette-Marit se convirtió en una de las novias royal mejores vestidas del mundo.

Mette-Marit se convirtió en la novia más elegante de Europa

Su vestido fue elaborado por el diseñador noruego, Ove Harder Finseth, y contaba con un cuerpo con escote barco, tanto en la parte delantera como trasera, y un corte recto en la zona de la cadera. De este nacían unas ajustadas mangas y una falda con gran volumen hasta los pies, combinándolo con una impresionante cola de dos metros.

Toda la pieza estaba cosida en crepé de seda en color marfil. Parece ser que el diseño estaba inspirado en aquel que lució la bisabuela de Haakon, la reina Maud, cuando se casó en junio de 1896 en Londres con Haakon VII. Para el velo, Mette-Marit se decantó por un sencillo tul de seda de seis metros de largo con un moño bajo. Además, incorporó una diadema de 23 margaritas de diamantes elaborada en 1910 y que había sido un regalo de los reyes de Noruega tras conocerse su compromiso. El ramo estaba compuesto por distintas hojas verdes, al igual que flores moradas y níveas.

Su hijo Marius tuvo un papel muy especial en el enlace

El hijo pequeño de Mette-Marit, Marius, tuvo un lugar muy especial durante el enlace y estuvo acompañando a su madre en todo momento. Entre los invitados pudimos ver a Felipe junto a su madre o a Victoria, Carlos Felipe y Magdalena de Suecia. Además, Máxima de Holanda hizo su debut en un evento tan importante como un enlace real acudiendo con su novio, de por aquel entonces, Guillermo de Holanda.

El polémico contrato prematrimonial

Aunque todo parecía de película, lo cierto es que durante su boda también se habló de la situación de Mette-Marit y su vida pasada. Así, tuvo que firmar un acuerdo prenupcial donde se explicaba que si el matrimonio fracasaba, ella se tendría que ir sin nada. Ahora, ambos son padres de dos niños, la princesa Ingrid y el príncipe Sverre Magnus.