¿Por qué Doña Sofía es considerada la última reina de sangre azul?

Las monarquías europeas mantienen una buena salud, a pesa de los cambios que se van produciendo en la sociedad. Hasta hace bien poco, los matrimonios reales solo podían darse entre personas pertenecientes a esa realeza, en mayor o menor grado. La sangre azul es un concepto antiguo, que define a aquellos monarcas que descienden directamente de reyes, lo que durante siglos ha garantizado su derecho al trono. En una época en la que todo esto está cambiando, Doña Sofía es, a sus 84 años, considerada la última reina con sangre azul. De hecho, se considera que es la reina que más sangre azul tiene en la actualidad. Te contamos por qué.

Doña Sofía, hija y nieta de reyes

El linaje de Doña Sofía es 100 % real y aristocrático, lo que indiscutiblemente la hace formar parte del grupo de aquellos que tienen sangre azul. Nacida en Atenas (Grecia), es la primogénita del rey Pablo I de Grecia y de la reina Federica. Solo por esta razón ya es miembro de la realeza. Hasta que se casó con el rey emérito Don Juan Carlos, a la edad de 24 años, ostentaba el título de Princesa de Grecia y Dinamarca. El título de princesa se le adjudicó al nacer, a pesar de que sus padres en ese momento aún no eran reyes. Con todo, el día que llegó al mundo, el 2 de noviembre de 1938, se celebró un día de fiesta nacional y una amnistía general. 

El valor de su linaje

El suyo es, en la actualidad, un linaje irrepetible. Nació siendo hija del príncipe Pablo de Grecia y Dinamarca y de la princesa Federica de Hanover de Alemania. Su abuelo paterno era el rey Jorge I de Grecia y su abuela materna era la reina Victoria Eugenia de Battenberg de Inglaterra. Y por si fuera poco, es nieta del rey Alfonso XIII de España.

Estamos hablando de monarcas europeos que han mantenido las tradiciones dentro de la realeza como no se ha visto después, y podría decirse que Doña Sofía no es solo heredera de su sangre, sino también de una concepción de la monarquía que muchos piensan que acaba en ella. 

Su idea de ser reina

Según los expertos en casas reales, lo que distingue a Doña Sofía como monarca no es solo ser de sangre azul, sino que concibe ser reina como un hecho natural. Nació para ser reina y, como hemos podido comprobar, no ha abandonado sus funciones en ningún momento. Si bien al resurgir la monarquía en España, su papel junto a su marido fue más activo, luego se quedó en el segundo plano que entendió que le correspondía. 

Siempre la hemos visto mantener la entereza, y lo cierto es que a lo largo de los años no han faltado los motivos que la podrían haber hecho tambalear. Pero eso no ha ocurrido y, por lo que podemos imaginar, nunca ocurrirá. Lleva tan interiorizado su papel de reina, que no es algo que pueda abandonar así como así. 

Mientras que el rey emérito Don Juan Carlos ha tenido que abandonar el país en condiciones poco favorables, al menos de cara a la opinión pública, Doña Sofía ha sabido mantener el respeto hacia su persona, y se muestra plenamente activa. Ocupa gran parte de su tiempo en la Fundación Reina Sofía, donde se vuelca en todo tipo de labores sociales, acude a actos públicos y siempre que puede está cerca de sus nietos, cumpliendo con el doble papel de abuela y ejemplo monárquico.