La princesa Leonor continúa el segundo año de su formación militar. En el verano de 2023, la heredera al trono dio comienzo a un plan de estudios personalizado para adquirir conocimientos de cara a convertirse, en el futuro, en Capitana General de los Ejércitos cuando asuma la jefatura del Estado. Después un primer curso en la Academia Militar de Zaragoza de enseñanza sobre el Ejército de Tierra, la princesa está centrada ahora en la formación náutica, que, tras su paso por la Escuela Naval de Marín, en Pontevedra, se concreta en una travesía a bordo del buque escuela de la Armada Juan Sebastián Elcano. Una experiencia que está siendo una "pesadilla" para ella y sus padres, como ha revelado Pilar Eyre.
Fue el pasado mes de enero cuando Leonor dio inicio a seis meses de embarcación en la mencionada nave a lo largo del globo. El día 11 de dicho mes, la hija mayor de los reyes Felipe VI y Letizia salió de la bahía de Cádiz a bordo del Elcano, entre las lágrimas y los gestos de despedida de los monarcas, y lleva ya más de un trimestre de aventura marítima. Un tiempo en el que, más allá de imágenes de su formación y sus maniobras y actividades en cubierta, están trascendiendo numerosos detalles sobre la faceta más personal de la princesa.
Las informaciones e imágenes de Leonor al margen del terreno institucional se han convertido en una constante en los últimos meses. Sus planes y escapadas lejos de los compromisos y la agenda oficial derivada de la travesía han tenido una enorme difusión, entre filtraciones de fotografías y detalles sobre sus planes gastronómicos o sus quedadas con aquellos compañeros guardiamarinas con los que tiene mayor relación. Sus fotos en bikini, que publicó hace unas semanas la revista Diez Minutos, generaron un importante revuelo mediático.
Oficialmente, no ha habido declaraciones ni reacciones en público por parte de la casa real sobre todo lo acontecido: el único movimiento fue la denuncia por parte de Zarzuela a un centro comercial de Chile tras haber filtrado imágenes de la princesa en su interior. Pero las especulaciones han sido numerosas al respecto de cómo ha sentado a Felipe y Letizia el mencionado alboroto en torno a su primogénita. De ello ha hablado una de las voces más autorizadas sobre lo que sucede en palacio, Pilar Eyre.
En conversación con esta web con motivo de la publicación de su nueva novela, 'Señoras bien', la escritora y periodista señalaba que la familia real está actualmente "más preocupada" por las recientes demandas que el rey emérito, Juan Carlos I, ha interpuesto contra Miguel Ángel Revilla y Corinna Larsen, que por las fotos de su hija en traje de baño en una playa de Montevideo. Pero sí admitía que los progenitores, especialmente Letizia, podían tener una inquietud en relación a cómo puede estar influyendo en la autoestima de su hija la difusión de estas informaciones o de imágenes de su cuerpo.
En este sentido ha profundizado también en su última publicación en la revista Lecturas, en la que ha narrado la decisión de la infanta Sofía sobre su futuro académico, revelando que finalmente estudiará en España, aunque sí se valoró que lo hiciese en el extranjero. Uno de los posibles motivos de esta decisión tiene que ver, según Pilar, con el hecho de aliviar el peso de la presión mediática sobre Leonor. "Una carga insoportable para cualquier muchacha hasta el punto de que hacer una escala en este interminable viaje con Elcano se está convirtiendo un una pesadilla, para ella y para sus padres".
En palabras de Eyre, era algo que Felipe y Letizia no tenían previsto y que no saben cómo afrontar, "cometiendo errores de tan grueso calibre como la demanda de Chile, que solo ha servido para provocar los celos de Juan Carlos por aquello del agravio comparativo", ha señalado.
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