¿Quién es Aiko de Japón, la princesa que nunca podrá reinar?

Por ser mujer nunca llegará a reinar: por ley, el trono solo lo puede ocupar un varón
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Saber que nunca se sentará en el trono que actualmente ocupa su padre no impide que Aiko de Japón cumpla con las obligaciones que le corresponden por el lugar que ocupa en la familia y poco a poco va cumpliendo con ellas, sumando actividades a su agenda oficial, que cumple con la mejor de las disposiciones, mostrando su capacidad para representar a su familia frente a dirigentes extranjeros.
Aiko es la única hija del emperador de Japón, Naruhito, y de Masako y es por su condición de mujer por lo que nunca llegará a reinar: por ley, el trono solo lo puede ocupar un varón. Esto ha hecho que, en los últimos años, la Familia Imperial de Japón se vea sumida en una fuerte crisis, porque cada vez son menos los miembros que pueden heredar el trono del Crisantemo.
Esta es una ley, una tradición, que la realeza japonesa y el gobierno nipón se niegan a cambiar, a pesar de que desde algunas encuestas se apunta a que no serían pocos quienes apoyarían la medida. Sin embargo, lo que parecía un movimiento a favor de cambiar la norma, quedó aparcado con el nacimiento de Hisahito (2006), sobrino de Naruhito y heredero al trono. Aiko de Japón pasó de ser una posible heredera a ser, tan solo, la hija del emperador, pero ¿quién es esta joven?
Aiko de Japón, la princesa que nunca podrá reinar
Nacida el 1 de diciembre de 2001, desde su nacimiento estuvo claro que ella no sería quien heredaría el trono del Crisantemo, aunque no han sido pocos los debates que han existido en torno a esta cuestión, sobre todo porque, como ya hemos señalado antes, no son demasiados los candidatos a hacerlo. Su madre se vio sometida a una gran presión por engendrar un varón, algo que no pasó, sumiéndola en una depresión contra la que continúa luchando hoy día.
A pesar de tener claro que su destino no es el trono, Aiko se ha convertido en una gran aliada para sus padres porque, si bien su posición hace que no sea necesario que asuma funciones reales a tiempo completo, desde hace ya bastante tiempo acude a actos oficiales como representante de la Casa Imperial. Unas funciones que ha ido compaginando con su formación, porque ha estudiado Lengua y Literatura Japonesa (igual que su padre) en la Facultad de Humanidades de la Universidad Gakushūin de Tokio.
En los medios japoneses destacan que la joven compagina sus deberes oficiales con sus estudios, cursos sobre el bienestar o las artes tradicionales de Japón. Destacan de ella que es una joven que ama el deporte, como el tenis y el bádminton, que siente especial predilección por sus mascotas, su perro Yuri y sus gatos Mii y Seven, y que le gusta pasar tiempo al aire libre, paseando o cultivando verduras en el jardín.
Por declaraciones de la propia princesa, parece ver bastante lejano el matrimonio, aunque parece lógico que sea algo que se plantee a largo plazo, por su juventud, pero también por el caso de su prima Mako, quien sufrió un gran estrés tras anunciar su intención de casarse con el plebeyo Kei Komuro. Ella renunció a su estatus de princesa y se marchó con su marido a Nueva York.