Délphine Boël, la princesa y escultora belga que el rey Alberto II tuvo fuera de matrimonio y de la que renegó

  • Alberto II tuvo una relación extramatrimonial con la baronesa Sybille de Selys Longchamps.

  • De esta fugaz e intensa relación nació Délphine.

  • Aunque el rey llegó a irse de viaje con ella, tras unos años negó que fuera suya. Ahora, la justicia le ha dado la razón Délphine.

Por todos es sabido los escarceos, en su mayoría, de los reyes y príncipes de las casas reales europeas. Muchos de ellos, como fue el caso de Alberto de Mónaco, hasta llegaron a tener descendencia y tardaron un tiempo en reconocer esos hijos como suyos. Esta fue, por ejemplo, la situación de Alberto II de Bélgica.

El rey tuvo un romance extramatrimonial cuando todavía era príncipe. Por aquel entonces estaba casado con la Princesa Paola, considerada una de las ‘royals’ más guapas del mundo. Fue en 1996 cuando Alberto protagonizó una infidelidad que puso en jaque la situación de la casa real belga.

Alberto II tuvo una relación extramatrimonial con Sybille de Selys Longchamps

Por aquel entonces por todos era sabido que Alberto tenía debilidad por la baronesa Sybille de Selys Longchamps, que también estaba casada, a quien había conocida en Atenas. Justamente dos años después de este primer encuentro nació una niña, a la que llamaron Délphine, y a quien pusieron el apellido de su padre legal, el empresario Jacques Boël. Es más, él siempre la consideró su hija, incluso después de su divorcio con Sybille.

De esta nació la única hija de ambos, Délphine

La historia entre Alberto y la baronesa duró más de veinte años, en secreto, aunque era un rumor constante, tanto en la población como en las redacciones de los periódicos. Lo cierto es que Alberto cuidó de la pequeña Délphine e incluso llegó a irse de vacaciones. Eso sí, no quería, bajo ningún concepto, que se conociera públicamente su paternidad.

En un primer momento el rey sí la reconoció, luego cambió de idea

Aunque eso sí, todo cambió cuando su madre contó en una biografía cómo había sido su romance con el rey. Desde ese momento, Alberto dejó de decir que Délphine era su hija, una información que conoció la joven, cuando cumplió los 18 años, tras contárselo su madre. Tras esta negación, muchas personas le acusaron de querer la herencia de Alberto II. Una opción que se descartó cuando se supo que su padre legal tenía un capital más elevado.

En 2020, la justicia belga le dio la razón a Délphine

En 2013 cuando el rey abdicó, Délphine decidió actuar acudiendo a la justicia. De esta forma, exigió que se le tratara de la misma forma que a sus hermanos. En octubre de 2020 llegó la sentencia, que confirmaba que era hija de Alberto II. En noviembre se reunió con su padre y al reina Paola en el palacio de Belvedere, con el objetivo de conformar un futuro juntos.

A pesar de su lucha en los tribunales, la vida de Délphine fue, en general, bastante cómoda. Asistió a varias escuelas privadas de Inglaterra y Suiza y estudió en la Escuela de Arte y Diseño en Chelsea, Londres, donde se graduó con honores en Bellas Artes. Respecto a su vida sentimental, se casó con James O’Hare en 2003, con quien ha tenido dos hijos, los príncipes Josefina y Óscar, de 18 y 13 años, respectivamente. Además, dedica su actividad laboral a la escultura, una disciplina que le apasiona.