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Conquistó a millones de espectadores con su papel en 'Yo Soy Bea', dando vida a la mítica Bárbara Ortiz durante más de trescientos episodios y llegando a presentar las Campanadas en 2006 junto a otros dos intérpretes de la serie. Pero Norma Ruiz lleva dos décadas de trabajo ininterrumpido en cine, teatro y televisión, cultivando especialmente su registro más cómico. En lo personal, la actriz comparte buena parte de su día a día en redes sociales. Allí es donde sus más de 120 mil seguidores han podido conocer a su hija Alma, que la pasada primavera cumplió un año. También otras parcelas de su intimidad, como el hogar en el que vive con la pequeña y con su chico.
Aunque siempre ha preferido que el interés mediático recaiga sobre su trabajo, su proyección profesional ha hecho inevitable que su vida personal genere interés. En lo sentimental, tras haber sido pareja del también actor de 'Yo Soy Bea' José Manuel de Seda durante unos años, en 2015 trascendió que había iniciado una relación alejada de los focos con Bosco James, jugador de golf, comunicador y coach de una academia deportiva. Tras toda una vida deseando ser madre, en sus propias palabras, en abril de 2021 nacía la primera hija de la pareja, Alma.
Su perfil en Instagram es donde la madrileña ha compartido noticias tan importantes como su primera experiencia con la maternidad, o donde ha cultivado otras facetas profesionales, como su labor como 'coach' espiritual. Y en ellas han aparecido de fondo, en ocasiones, algunas de las estancias que comparte con Bosco, Alma y su yorkshire. Una vivienda luminosa y amplia, que apuesta por los tonos neutros y los ambientes cálidos. Recientemente, Ruiz ha reformado el salón de su casa y ha mostrado el resultado en detalle.
Norma ha estrenado nuevo salón gracias a una firma de interioristas especializados en descanso y estas estancias, Mimma Gallery. La personalidad y necesidades de la actriz han estado presentes a lo largo de todo el proceso para conseguir un resultado adecuado a la vida de la familia de Ruiz. El resultado es una habitación tremendamente acogedora, diáfana, que mezcla estilo nórdico y mediterráneo y que busca ante todo transmitir calma.
Por las publicaciones que han compartido tanto la propia Ruiz como la empresa, el antes y después ha sido notable. El salón es una estancia amplia y alargada, con abundante luz natural gracias a una ventana que ocupa la totalidad de la pared, tapada con unos estores claros. El suelo es de madera, material muy presente en el resto de la decoración de la sala.
Al fondo, próxima a la ventana se sitúa la zona de salón propiamente dicha, siendo el protagonista un sofá chaise longue de lino, muy espacioso y visiblemente cómodo, en blanco roto. Sobre el mismo, varios cojines en distintos colores y una manta en tono chocolate. Encima del sofá se sitúa un gran espejo redondo, a su izquierda una mesita con un par de plantas en macetas de bambú y una lámpara de cristal, y justo delante, un par de mesas bajas circulares de madera, sobre una gran alfombra blanca.
Frente al sofá se encuentra el televisor, en una pared que ha cambiado mucho con la remodelación. El gran mueble de salón que la ocupaba ha desparecido y ha sido sustituido por tres piezas que aportan más sencillez, espacio y calma a la estancia. La televisión descansa ahora encima de un mueble bajo de madera con patas altas, flanqueado en ambos lados por sendas estanterías en madera y hierro forjado, repletas de libros y con plantas colgantes.
El otro extremo de la estancia se corresponde con la zona de comedor. A uno de los lados se encuentra la mesa, blanca y con patas de madera, y con cuatro sillas a juego a su alrededor, cercana a una estilosa lámpara de pie, tipo flexo. En el otro, un mueble tipo aparador, que también combina el blanco con la madera como el resto del mobiliario. Sobre ella descansan varios objetos decorativos, una lamparita con pantalla gris y varios cuadros colgando de la pared.