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Nuria Fergó lleva años residiendo en Madrid, en un piso en el que vive junto a su hija Martina. En alguna entrevista, la artista ha comentado que la vivienda cuenta con 70 metros cuadrados, lo que le hizo complicado, por ejemplo, sobrellevar los confinamientos de 2020. Por suerte, existen muchas indicaciones y consejos que tener en cuenta de cara a maximizar el espacio en las viviendas de tamaño reducido. El caso de Nuria es paradigmático: la cantante consigue aprovechar todo el espacio disponible y ampliar visualmente los límites del mismo gracias a seguir varias de estas recomendaciones.
La de Nerja se instaló en Madrid tras haber dejado atrás otras etapas en Mallorca o Barcelona. Eligió, en su llegada a la capital, la zona norte de la Comunidad, en concreto, el municipio de Majadahonda. Un lugar en el que, además, viven otras compañeras de edición de 'Operación Triunfo', como Chenoa o Natalia Rodríguez. Se desconoce eso sí, por el momento, si la artista malagueña vive o no junto a su nueva pareja, Juan Pablo Lauro, exmarido de Irene Villa.
La casa de Nuria se caracteriza por la apuesta por el blanco, los tonos suaves y la madera como protagonista. Fue allí donde pasó, por ejemplo, el confinamiento de la primavera de 2020, cuando lamentaba que el mismo no tuviese balcón. Pero Fergó ha conseguido que, pese al número de metros, su vivienda genere mucha sensación de lugar amplio y diáfano. Así lo ha logrado.
Interioristas y decoradores concuerdan en que, en primer lugar, el elemento más destacado a la hora de ganar espacios en un piso pequeño tiene que ver con el color. Parece una obviedad, pero el blanco y los tonos claros tienen, lógicamente ese efecto de ampliar visualmente los espacios: la luz se refleja en ellos y genera dicha sensación de amplitud, especialmente si se comparten en paredes techos y carpinterías En casa de Nuria, es el color presente en absolutamente todas las habitaciones que conocemos: salón, cocina, el dormitorio, con zona de trabajo incluida, y hasta cuarto de baño.
A ello se suma otro factor clave, como es la presencia de luz natural, que efectivamente pueda reflejarse en dichas tonalidades claras presentes en paredes, techos, armarios y buena parte del mobiliario. El salón de Fergó, por ejemplo, cuenta con un largo ventanal que cubre por completo una de las paredes del mismo y que aporta muchísima luminosidad al espacio principal de la casa. Además, cuenta con un gran espejo que también da sensación de profundidad.
La altura suele ser un factor importante también en los hogares de menor tamaño. Al fin y al cabo, aunque el número de metros en superficie no sea excesivo, que los techos sean altos genera una agradable sensación de extensión y verticalidad. Nuria no suele enfocar en exceso las zonas altas de su piso, pero sí hemos podido apreciar que, en espacios como el salón, la estancia gana algo de altura con respecto a la zona directamente contigua.
Los expertos coinciden en que los obstáculos visuales hacen que una casa parezca más pequeña siempre, por eso, una recomendación habitual suele ser la de diseñar espacios abiertos, prescindir de paredes, tabiques e incluso puertas innecesarias que establezcan límites entre estancias pequeñas.
Esta es precisamente una de las máximas de la casa de Nuria, que une las zonas de salón y cocina en una misma habitación abierta, que además se separan del resto de cuartos mediante una puerta corredera, que no contamina visualmente el conjunto al ser del mismo color que las paredes.
El diseño de la cocina suele tener cierta importancia de cara a ganar metros en una vivienda reducida. Se suele recomendar que, en lugar de apostar por una cocina con office tradicional, que siempre ocupa más espacio, este se sustituya por una barra, como ocurre en el piso de la intérprete de 'Brisa de esperanza', que cuenta con una pequeña isla con taburetes altos que puede dar servicio tanto para zona de cocinado como de comedor improvisado, cumpliendo así varias funciones sin ocupar demasiado.
En lo decorativo, Nuria sigue además otras pautas como, por ejemplo, la ausencia de ruido visual (la sobrecarga de elementos en los distintos espacios), siendo los elementos ornamentales limitados, minimalistas y cuidadosamente colocados. Asimismo, incluye varias piezas de mobiliario con patas en el salón, muebles que no empiezan en el suelo, por así decirlo, lo que da mayor sensación de ligereza.
Por último, el almacenamiento es, en todo momento, en armarios empotrados muy disimulados al estar pintados de blanco (en el salón, en la cocina, en el dormitorio), imitando al resto de las paredes.