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Mónica Naranjo lleva 32 años de carrera musical en los que ha alcanzado todo tipo de hitos. Un disco de diamante, multitud de reconocimientos y un buen puñado de himnos a sus espaldas son algunos de los activos de la trayectoria de la de Figueres, aclamada como una de las mejores voces de la música patria. La presentadora del Benidorm Fest siempre ha preferido que sea su carrera, y no su vida personal, la que reciba el foco mediático, pero a lo largo de los años se han conocidos distintos detalles sobre su faceta privada. Entre ellos, se encuentra la espectacular casa en la que vive desde hace años, situada en la barcelonesa comarca del Maresme: así es por dentro.
Su público tuvo ocasión de conocerla, por ejemplo, durante la emisión de 'Mónica y el sexo' en Cuatro, cuando la artista grababa buena parte del formato en el interior de su casa. También en sus redes sociales, especialmente en momentos como la cuarentena de 2020, o en publicaciones en las que comparte su faceta más cotidiana.
Sobre ella se sabe, según lo publicado por varios medios de comunicación hace años, que se trata de una casa con finca situada en la zona del Maresme, cercana a Barcelona, concretamente en una de las urbanizaciones más exclusivas de la ciudad condal. Cuenta con 900 metros cuadrados construidos y 3.000 de parcela, con tres plantas y unas impresionantes vistas al mar. Siete dormitorios, ocho baños, gimnasio, piscina y estudio propio son algunos de sus atractivos.
En marzo de 2022 salió a la luz que tenía intención de venderla por 3 millones de euros, buscando un probador a través de varios portales inmobiliarios. Pero aproximadamente un mes después se retiró el anuncio, como reveló la revista Semana. En ella vivió con su expareja, Óscar Tarruella, y su hijo Aitor, hasta que se separó de él en 2018, y allí reside actualmente con sus muchos animales: perros (Unai y Robín) gatos (Simba y Chiki), y una pareja de agapornis (Pin y Pon).
Estancias como el salón dan buena cuenta del estilo de la vivienda, caracterizado por el eclecticismo, la mezcla de tendencias en mobiliario y decoración, con un importante punto barroco y muchas antigüedades. El cuarto es amplísimo y luminoso gracias a los ventanales con vistas al jardín, cubiertos con unas espectaculares cortinas doradas. Las paredes y el suelo son de color beige, y contrastan con los muebles oscuros en su mayoría.
Los protagonistas son los dos sofás: uno en color chocolate de estilo vintage y otro más grande en color crudo, situados en áreas diferenciadas de la estancia y que crean dos ambientes distintos. A ellos se suman dos espectaculares pufs en color blanco, que descansan sobre sendos cojines XXL.
Una de las paredes está totalmente cubierta por dos grandes estanterías de suelo a techo, repletas de libro, que se encuentran separadas por una impresionante chimenea en tono bronce, a juego con las baldas y con varias cabezas de Buda, un patrón muy repetido en la casa.
Por lo demás, la estancia incluye varias mesitas bajas de madera, una alfombra en blanco roto, muchas piezas decorativas singulares.
Próximo al salón, conectado con él a través de unas puertas correderas blancas se sitúa el comedor de la casa, que sigue las líneas estéticas mencionadas. La estancia la preside una gran mesa en color claro, rodeada de varias sillas en el mismo tono, tapizadas, e incluye también ventanales al jardín y las mismas cortinas del salón.
‘Villa Naranjo’ incluye un estudio de grabación que la artista ha mostrado en varias ocasiones en sus redes sociales, en el que suele trabajar sola o acompañada de su coach vocal. El mismo incluye un piano, el equipo técnico necesario, un diván y unas cuantas antigüedades.
Otro cuarto que hemos podido ver en su perfil de Instagram es la cocina de la casa. Diáfana y con muchísima luz natural gracias a las ventanas al exterior, cuenta con la práctica totalidad de su mobiliario en blanco, una curiosa encimera en curva, unos enormes altavoces y alacenas de madera con luz interior.
En las plantas superiores, a las que se accede por una increíble escalera blanca, se sitúan los dormitorios y otras estancias, como la terraza del primer piso, en la que se dispone un magnífico comedor con varias mesas, sillas de mimbres y magníficas vistas sobre el jardín y la zona del Maresme.
El dormitorio principal cuenta con baño propio (como todos los demás), es abuhardillado y tiene terraza propia. Con suelo de madera, estampado de cebra en paredes y parte de la ropa de cama, cuenta con un cabecero dorado y un gran escritorio de estilo clásico.
El jardín es uno de los grandes atractivos de la casa, con una parcela enorme. La casa, de tres plantas, tiene una distribución basada en el relieve de la finca, por lo que el piso inferior solo tiene acceso desde una de las fachadas. La zona exterior incluye una gran extensión de césped, y abundante vegetación distribuida en los márgenes de la misma.
La ubicación de la casa permite ofrecer unas espectaculares vistas sobre toda la comarca del Maresme y, especialmente, sobre el mar, ya que se encuentra situada muy próxima a la costa.
Una gran piscina, con trampolín incluido y varias palmeras alrededor destaca en los exteriores, en los que se atisba también un pozo antiguo.