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Ana Obregón, que se ha convertido en el último mes en el personaje de actualidad más buscado, está disfrutando de un momento inolvidable junto a su nieta Ana Sandra Lequio Obregón. A sus 68 años, la presentadora ha decido ahora hacer caso omiso a las miles de críticas y mensajes que se han cernido sobre ella desde que el pasado 28 de marzo saltase la bomba de la llegada de Ana, la hija de Aless Lequio que nació por gestación subrogada.
Desde entonces, Obregón vive en Miami, lugar de nacimiento de la pequeña y su hogar provisional hasta que la situación de la recién nacida esté regularizada en nuestro país y ambas puedan regresar al que será su hogar definitivo.
Pese a los intentos de la actriz por mantener en secreto el lugar en el que reside en Miami, las pocas imágenes que ella misma ha publicado desde dentro el apartamento le han servido a los compañeros del programa 'Fiesta' para localizar el edifico en el que abuela y nieta estarían pasando su estancia en Florida.
Se trata de un lujoso apartamento de unos 100 metros cuadrados ubicado en una zona muy exclusiva de North Miami Beach, bien comunicada, cerca de la zona comercial y de restauración y en primera línea de playa. Además, según pudo averiguar Rosa Conde para 'Sálvame', se trata de una urbanización que cuenta con grandes instalaciones y servicios de lujo como gimnasio, piscina, conserje o seguridad 24 horas, algo que Ana agradecería ahora que se ha filtrado su lugar de residencia.
El apartamento tiene un precio de 9.000 dólares mensuales, es decir, unos 8.000 euros, y solo se alquilaría un mínimo de tres meses, lo que quiere decir que presentadora y su pequeña aún podrían alargar su estancia en Estados Unidos hasta mediados de junio.
Del interior del propio apartamento poco nos han dejado ver. Sin embargo, gracias a las historias de Instagram que la presentadora ha ido colgando en este primer mes de vida de su nieta, hemos podido conocer que se trata de un ático de estilo moderno y sofisticado donde priman los colores claros y neutros. Mientras que las paredes están bañadas en pintura blanca, los sofás son de un tono beige muy claros, y los muebles de unos tonos tierra que aporta mayor calidez al espacio.
Además, cuenta con enormes ventanales que dan directamente a la terraza con vistas al mar, a la que se accede desde el salón y la habitación principal, y por donde la luz natural entra sin ningún impedimento. A esto se le suma que gran parte de las paredes del ático están cubiertas por grandes espejos que reflejan la luz y hacen que todo este bañado de un brillo especial.
El apartamento está formado por dos habitaciones, algo que Ana habría escogido detenidamente, para así no dar lugar a vistas ni largas estancias de familiares, y de un gran salón, una cocina abierta y dos cuartos de baño. Todo está decorado con tonos blancos y madera y los detalles como las lámparas de mimbre o las alfombras de fibras naturales le aportan ese estilo boho chic que está tan de moda.