La discreta urbanización en la que viven Penélope Cruz y Javier Bardem en Madrid, muy cerca de la ciudad
Situado a media hora del centro, es el enclave perfecto para quienes buscan privacidad
La casa de Mónica Cruz en la que vive con su hija en Madrid: de estilo rústico y al lado de Penélope
Penélope Cruz y Javier Bardem forman una de las parejas más admiradas del cine internacional. Con una carrera consolidada en Hollywood y un estilo de vida cuidadosamente blindado de los focos, han sabido compaginar glamour y privacidad con maestría. Aunque mantienen una elegante residencia en Los Ángeles, cerca del epicentro de la industria cinematográfica, una mansión en Bahamas y otra propiedad en una zona señorial próxima al parque de El Retiro en Madrid, su hogar más personal y familiar se encuentra en un lugar mucho más discreto: Valdelagua, un exclusivo barrio residencial situado entre San Agustín de Guadalix y Colmenar Viejo, al norte de la capital.
Este enclave, desconocido para muchos, ha ganado fama silenciosa como refugio de celebridades, empresarios y artistas que buscan un estilo de vida sereno, rodeado de naturaleza y lejos del bullicio urbano. De hecho, en los últimos años, ha atraído a otras figuras conocidas como la hermana de Penélope, Mónica; el director Alejandro Amenábar, el actor Luis Tosar y multitud de empresarios que valoran su tranquilidad, seguridad y cercanía con la Sierra de Guadarrama, todo ello a tan solo 30 minutos del centro de Madrid.
Su principal atractivo reside en su equilibrio perfecto entre privacidad y calidad de vida. Las propiedades son amplias y modernas, muchas con arquitectura de autor, jardines frondosos y vistas despejadas. Es más, no es raro encontrar casas con estudios de grabación, salas de cine privadas o incluso pequeños huertos ecológicos. Esta es una zona donde el lujo se mide más por la intimidad y el confort que por la ostentación.
Una decisión muy meditada
Para la pareja esta elección no es casual. Padres de dos hijos, han buscado un entorno donde crecer en calma, en contacto con la naturaleza y con acceso a buenos colegios internacionales. Además, Valdelagua les permite vivir cerca de sus familias y mantener vínculos con la cultura y el cine español, sin renunciar al anonimato que tanto valoran.
Tal y como explican en AD, su residencia en la zona es una de las muchas firmadas por el reconocido arquitecto Joaquín Torres, autor de referencia en este tipo de urbanizaciones exclusivas y popularmente conocido como “el arquitecto de los famosos” por su amplia cartera de clientes VIP. Y aunque los detalles de la casa se mantienen en estricta confidencialidad —como suele ser habitual en sus proyectos—, se sabe que cuenta con instalaciones de alto nivel: un gimnasio privado, jacuzzi, piscina, y un extenso jardín que rodea la vivienda.
Todo tipo de servicios
Con un total de 285 chalets, cuyos precios oscilan entre los 600.000 y el millón y medio de euros —según datos publicados por La Razón—, Valdelagua ofrece una infraestructura pensada para el disfrute familiar y la vida comunitaria. La urbanización incluye zonas de juegos infantiles, pistas de pádel y tenis, un campo multifuncional para fútbol y baloncesto, así como un club social privado con restaurante, que actúa como punto de encuentro para los vecinos, especialmente en los fines de semana y durante el verano.
El barrio, aunque discreto, cuenta con servicios de alto nivel: vigilancia 24 horas, centros deportivos exclusivos, restaurantes de cocina orgánica y rutas naturales para caminar o montar en bicicleta. Su cercanía con el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares convierte la zona en un paraíso para los amantes del aire libre. Además, en verano, los vecinos disfrutan de sus piscinas privadas o se escapan al cercano embalse de Pedrezuela. En invierno, las vistas nevadas de la sierra ofrecen un espectáculo para la vista.
En definitiva, frente a otros barrios de lujo madrileños como La Moraleja o La Finca, Valdelagua ofrece ventajas claras para quienes priorizan la desconexión sin renunciar a la cercanía con la capital, siendo una clara apuesta por la discreción y el ritmo pausado. Y esto precisamente es lo que ha conquistado a la pareja de estrellas.