La casa que Marta López tiene a la venta y Alejandra Rubio quiere comprar: en Pozuelo, con piscina y salón reformado

Marta López podría vender su casa en Pozuelo de Alarcón por unos tres millones de euros a Alejandra Rubio. Cuenta con piscina, jardín, una amplia cocina y salón reformado
Marta López anuncia una feliz noticia: "Ya os iré enseñando todo, estoy emocionadísima"
La posibilidad de que Alejandra Rubio esté interesada en la casa de Marta López se ha convertido en uno de los temas más comentados de la semana. La historia nace meses atrás, cuando trascendió que Marta había decidido poner su vivienda a la venta tras casarse con Alejandro Huerta por unos tres millones de euros. En aquel momento no se conocían detalles sobre el comprador ni tampoco sobre el avance de la operación. Todo se mantenía en un plano discreto, hasta ahora.
El 30 de octubre, Alejandra Rubio dejó caer públicamente que estaba inmersa en la búsqueda de una vivienda junto a Carlo Costanzia. Lo hizo con una mezcla de ironía y sinceridad, cuando un reportero le preguntó si ambos contaban con presupuesto para una compra. “Pues hijo, créetelo”, respondió ella entre risas. En esa misma conversación confesó que la búsqueda se estaba alargando: “Llevo buscando por los siglos de los siglos, pero está imposible la cosa”. Preguntada sobre si adquiriría una casa con Carlo, fue directa: “Claro, ya somos una familia”.

Con esas declaraciones aún presentes, el director de 'Lecturas', Luis Pliego, ha llevado a plató una exclusiva que cambia por completo el escenario: habría imágenes de Alejandra entrando y saliendo de la vivienda de Marta López, incluso acompañada de su padre. El equipo de 'El tiempo justo', con Joaquín Prat al frente, conectó en directo desde una casa en Pozuelo de Alarcón para confirmar la información. Al abrirse la puerta, la sorpresa fue total: era el domicilio de Marta.
Desde entonces, el debate gira en torno a un punto clave: ¿es Alejandra Rubio la compradora que Marta estaba esperando? Los colaboradores apuntan a que la presencia del padre de Alejandra en la visita “dice mucho” sobre el interés y el peso familiar en la decisión. Marta ha intentado proteger a su compañera: “Ella ha venido a ver la casa, eso no lo puedo negar. Pero lo que haya hecho, preguntadlo a ella”. Aun así, ha dejado una frase que alimentaba la especulación: “Si la compra Alejandra, le hago rebaja”.
El exterior y la piscina
La casa es un pareado amplio, distribuido alrededor de un jardín en el que destacan la zona de solárium, una tarima de madera que rodea la piscina y una franja de césped artificial instalada por una empresa especializada. En esa área exterior Marta ha grabado varios de los contenidos que comparte en redes, desde sus momentos de descanso hasta fotografías veraniegas. La piscina, sin bordillos y revestida de baldosas azules, se ha convertido en uno de los puntos que más ha mostrado y que simboliza el proceso de reformas que emprendió tras mudarse.

El jardín y el porche
La propietaria ha explicado en varias ocasiones que esta parte de la vivienda fue una de las últimas en completarse. Cuenta con tarima que delimita las zonas de paso y un porche que utiliza para comidas y reuniones familiares. La intención de Marta desde que inició las obras fue aprovechar cada rincón para el tiempo al aire libre, especialmente durante los meses cálidos.

El salón renovado
El salón fue el primer gran cambio que acometió. Tras meses de obras, consiguió reordenar la estancia y adaptarla a un uso cotidiano más funcional. La reforma incluyó reorganización del espacio, redistribución de muebles y un planteamiento que buscaba integrar visualmente la planta baja con el jardín. Hay un área dedicada al descanso, con sofás orientados de manera que facilitan tanto la conversación como la visualización de la televisión, y otra zona más despejada pensada para el día a día familiar. La colocación del mobiliario está pensada para que la entrada de luz sea protagonista.

La cocina
La cocina es uno de los espacios más visibles en sus publicaciones. Dispone de un ventanal que conecta con el patio y una distribución basada en una isla central que funciona tanto como espacio de trabajo como de encuentro. Está equipada con electrodomésticos empotrados y mobiliario uniforme. En ese espacio Marta pasa buena parte del día y realiza muchas de las dinámicas familiares.

Qué podría pasar ahora
La exclusiva de Pliego ha colocado a Alejandra Rubio en el centro del debate mediático y ha reactivado el interés por la venta. Marta reconoce estar preocupada por la exposición: “La gente que compra casas así no quiere verlas en televisión”. Aun así, mantiene su intención de completar la operación porque ya ha avanzado en la compra de su nueva vivienda.
Si finalmente Alejandra se convierte en la compradora, la historia cerraría un círculo que empezó con una simple declaración: “Está todo imposible”, dijo ella al referirse al mercado. Irónicamente, podría haber encontrado la solución en la casa de una compañera de profesión.
