Plantas

Cómo evitar que se caigan las hojas de la planta de Pascua o Poinsettia

Es importante saber lo que necesita. Unsplash
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La Navidad es tiempo de reencuentros y reflexión, de echar de menos a la gente que nos falta y apreciar a aquellos que tenemos al lado. Es una época de disfrutar con los más pequeños de la casa, de la ilusión y la magia que suman a estas fiestas, pero también de caminar por las calles de la ciudad y apreciar las decoraciones y el ambiente navideño que nos rodea. 

También es una época en la que llenamos nuestra casa con decoraciones temáticas y, además del árbol, el espumillón y las luces, pocos son los hogares que se resisten a incluir en su decoración una Flor de Pascua

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Esta planta tiene los colores ideales para Navidad porque combina hojas verdes con otras rojas, que le dan un toque elegante y festivo. Eso suele hacer que nos entren más ganas de llevárnosla a casa, de que sea el primer detalle navideño que ponemos en nuestro hogar, en ocasiones demasiado pronto, sobre todo si no tenemos claro cómo cuidarla y antes de que acabe el año ya estamos recogiendo hojas del suelo y pensando en comprar otra porque la nuestra ya no tiene demasiado buen aspecto. 

Son varios los motivos por los que las hojas de la Poinsettia se pueden caer antes de tiempo y la mayoría de ellos están relacionados con los cuidados inadecuados que tendemos a proporcionarle. 

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Cómo evitar que se caigan las hojas de la Flor de Pascua

Es una de las grandes ‘tragedias’, llevamos a casa una Flor de Pascua con la intención de que llene de alegría y vida nuestro hogar y pronto nos damos cuenta de que solo la llena de hojas, porque empieza a decaer hasta el punto de sentir que lo mejor es comprar otra. Esto puede ser por varios motivos, pero solemos ser responsables de ello. 

Aunque los motivos pueden ser variados, en general, suele deberse a que no recibe la cantidad de luz adecuada, que debe ser abundante, pero no directa, si está en un lugar demasiado oscuro, sus hojas se caen. También puede ser por exceso o falta de riego, la tierra no debe estar encharcada porque las raíces se pudren. Son sensibles al frío y las corrientes y un cambio brusco de temperatura puede afectarles de este modo. 

Si ves que tu planta está perdiendo hojas, asegúrate de que está en el lugar adecuado, una ubicación cálida, con luz natural, pero no directa, lejos de corrientes de aire, de ventanas y radiadores. Quita las partes que estén dañadas y abona para estimular su crecimiento, pero que sea con un fertilizante específico. Asegúrate de que el riego es el adecuado y prueba a regar con agua a temperatura ambiente, para evitar un shock térmico.  

Lo mejor es evitar que las hojas empiecen a caerse, no es sencillo salvar a una planta que hemos regado en exceso, porque eso provoca que las raíces se pudran, por lo que una buena previsión será la mejor solución, riega solo cuando sea necesario, cuando la parte superior de la tierra esté seca al tacto.