Así es la casa de Pablo Iglesias en Galapagar donde pasará más tiempo tras su adiós a la política

  • Pablo Iglesias anunciaba tras los resultados de las elecciones de la Comunidad de Madrid que abandonaba la política

  • El político e Irene Montero se compraban en 2018 un chalet en Galapagar que ha protagonizado más de una polémica

  • En Divinity te ofrecemos las fotos del interior de este inmueble de 268 metros cuadrados

Pablo Iglesias comunicaba la noche de este martes su decisión de echarse a un lado y dejar todos los cargos institucionales en política: “Dejo la política, entendida como política de partido e institucional”, anunciaba afligido tras la clamorosa victoria de Isabel Díaz Ayuso en los comicios celebrados en la Comunidad de Madrid. Una decisión meditada y complicada para el líder de Unidas Podemos que contó con el respaldo de sus compañeros de partido, que salieron junto a él para arroparle en este momento histórico para su formación. Ahora, el politólogo descansará después de una intensa y polémica campaña en su famoso chalet de Galapagar, al que hemos accedido a través de un famoso portal inmobiliario y que te ofrecemos en el vídeo situado sobre este párrafo.

Pablo e Irene Montero, su pareja y actual ministra de igualdad, dejaban hace tres años sus casas en Rivas-Vaciamadrid y Vallecas para mudarse a esta amplia casa ante el inminente nacimiento de sus dos mellizos. Un inmueble de 268 metros cuadrados, ubicado en un emplazamiento que linda con el Parque Natural de la Cuenca Alta del Guadarrama, que disponía a la hora de la compra de “tres dormitorios, un salón comedor con cocina abierta, jardín con huerto, piscina privada y casa de invitados” entre otras de sus estancias, según señala Idealista en una de sus páginas.

Las claves de la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero, según sus anteriores dueños

La casa se construyó hace 20 años, según desvelaba la revista ‘El mueble’, pero sus anteriores propietarios deseaban que “pareciera una casa vivida”, por lo que utilizaron para ello un estilo “rustico, colonial y clásico”. Una de los trucos para lograr este efecto fue emplear “madera de derribo y carpintería recuperada” en cada uno de sus rincones. Por ejemplo, en los muebles de la cocina, hecha enteramente con “ladrillo antiguo de tejear”, se emplearon “tiradores recuperados” de una vieja fábrica perteneciente al marido de la anterior dueña.

Los amos de esta finca eran una pareja sin hijos y el chalet estaba pensado exclusivamente para ellos, no estaba planteado para que entrase a vivir una amplia familia como la que tiene Pablo e Irene, según indicaba la publicación citada anteriormente. Pero los políticos disponían de espacio suficiente para reformarla y hacer un tercer dormitorio. Y así lo hicieron hace un par de años. La pareja hizo obras en el garaje para crear una habitación más y aprovecharon la ocasión para construir una barbacoa de ladrillo, según informaba el diario 'El Confidencial'.