Qué fue de Guillermo Furiase, el ex de Lolita: de manager de Antonio Flores a vivir alejado de la presión mediática

Elena Furiase llegó espléndida al día de su boda. En su camino al altar le acompañó una de las personas más importantes de su vida: su padre, Guillermo Furiase. El que fuera marido de Lolita Flores es ahora, para muchos, un total desconocido. El argentino pasó por la vida de la artista hace más de 30 años y, poco tiempo después, decidieron tomar caminos por separado.

A pesar de que no estuvieron mucho tiempo juntos, la pareja protagonizó una de las bodas más importantes y multitudinarias de la historia. Fue en 1983 cuando ambos se dieron el ‘sí, quiero’. Mientras tanto, la Faraona se encontraba a las puertas de la iglesia intentando disipar a toda la gente que allí se acumulaba. En ese momento utilizó una expresión que se quedaría para la posteridad: ‘Si me queréis, irse’.

Después del festín, Lolita y Guillermo no tardaron mucho tiempo en ser padres. Así, nacieron Elena y Guillermo, con quien Guillermo mantiene una gran relación. Durante los doce años que la pareja estuvo junta ambos se convirtieron en estrellas dentro del mundo de las celebrities. Además, tampoco se cortaban a la hora de hacer exclusivas en revistas o en aparecer en programas de televisión.

Guillermo trabajó como manager de Antonio Flores. El argentino estuvo gestionando la carrera musical de su cuñado hasta el día que falleció, el 30 de mayo de 1996. Después de esto, el exmarido de Lolita comenzó a llevar la carrera como actriz de su hija, que a principios de los 2000 consiguió los primeros papeles que llevaron a la joven al estrellato. Fue en el año 2011 cuando ambos rompieron su vínculo profesional, pero esto no impidió que se sigan llevando estupendamente.

Uno de los peores días de Guillermo llegó el 10 de enero de 2015 cuando sufrió un importante y grave infarto cerebral. Por aquel entonces, el argentino ya se había alejado del foco mediático y pasó esos meses de recuperación en casa de su exmujer.

Ahora, parece ser que Guillermo está encantado con su nueva vida. Disfruta todo lo que puede de sus dos hijos y, sobre todo, de su nieto Noah, con quien es muy común verle. También disfrutó mucho en la boda de Elena, donde vivió uno de los momentos más especiales de su vida al acompañarla al altar.