Los estilismos de Jennifer Lopez son siempre top: la versatilidad de la artista en sus diferentes peinados

Jennifer López nació en la ciudad de Nueva York, en el seno de una familia humilde. Cuando era muy pequeña comenzó a interesarse por la interpretación y participó en varias actuaciones teatrales en el colegio. Cuando fue creciendo decidió seguir con su carrera actoral y, por eso, se mudó a Manhattan. Fueron los desencuentros con sus padres lo que provocó que Jennifer se fuera de casa.

Tras su pequeña incursión en Broadway, Jennifer viajó hasta Japón para seguir con su carrera como artista y empleándose como bailarina y coreógrafa. A su vuelta a Estados Unidos, la joven participó en varias series y, en 1995, le llegó su primer papel en el cine, en la película Mi familia. Por aquel entonces, pudimos ver a una Jennifer tímida, que no dejaba de lado sus raíces puertorriqueñas y que lucía una melena larga y negro con flequillo.

Fue en 1997, cuando Jennifer López protagonizó, junto a Jack Nicholson y Stephen Dorff, la película Blood and Wine. A pesar de que podía ser un largometraje que fuera a triunfar, lo cierto es que fue un fracaso comercial. Aún así, sí que es cierto que recibió buenas críticas de los expertos. En el film pudimos ver a una Jennifer López con un look más desenfadado y juvenil, con la melena suelta, que ya había dicho 'adiós' a su característico flequillo.

1997 fue un año lleno de compromisos profesionales para Jennifer. Por eso, también grabó el largometraje Anaconda, que supuso su primer contacto con la fama. En este film pudimos ver a una Jennifer más desenfadada y con un pelo rizado bastante característico.

A finales de los 90, una jovencísima Jennifer López, que ya triunfaba en la gran pantalla, decidió dar a su estilo un cambio de aires. Por eso, se volvió más sofisticado y se puso unas mechas rubias, que le proporcionaban ese toque de luminosidad en la cara.

Fue ese mismo año cuando ambos comenzaron a pasearse por sus primeros photocalls como pareja. Para entonces, Jennifer lucía un pelo a capas, ondulado y de color chocolate. Atrás ya había dejado esas mechas rubias y su flequillo.

Una de sus películas más reconocidas, La madre de él, se estrenó a finales del 2005. En el film pudimos ver a una Jennifer López con un pelo larguísimo. Eso sí, ayudado por unas extensiones. Además, las dos coletas le favorecían muchísimo y le quitaban diez años de encima.

Por aquel entonces, Jennifer se presentó en una alfombra roja con un peinado y un look que sorprendía a todos. Para el pelo, se había decantado por hacerse unos marcados rizos y, además, se había colocado una orquilla plateada, que conjuntaba con el vestido, en el mismo tono.

Con la llegada del 2010, la joven decidió volver a sus orígenes y dejarse el pelo largo. Además, cómo ya había hecho con anterioridad, decidió decantarse por unas mechas rubias, que le proporcionaban distintos puntos de luz en el cabello.

La artista se presentó con un original peinado en una gala de premios. Para la ocasión, JLo se decantó por una trenza y por un flequillo, a mechones, con un efecto mojado. Lo cierto es que es una tendencia que está muy de moda y que han copiado otras famosas.

Hace tres años subió esta foto a las redes sociales que impactó a todo el mundo. Jennifer López posaba encima de un piano de cola con un peinado muy desenfadado y con una pose arrebatadora.

Su última aparición, justo antes de la 'Super Bowl', fue con un pelo mucho más corto al que nos tiene acostumbrados, con un corte bob. Además, Jennifer decidió pasarse al rubio completamente, algo que combinaba perfectamente con su estilo.