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Con la llegada de la primavera vamos vislumbrando esos días con una temperatura más alta y vamos dejando a un lado las prendas más abrigadas. Será ese el momento en el que comenzará el famoso cambio de armario, que para muchas personas puede convertirse en una auténtica tortura, sobre todo si no se hace de forma correcta.
Será muy importante que a la hora de vestirnos tengamos a mano aquellas prendas que más nos vamos a poner y que se adapten al clima del momento. Es por eso que, durante el año, solemos hacer dos cambios de armario: uno cuando llegan los meses de más calor y otro cuando comienza el invierno. Pero, ¿cómo podemos hacer ese cambio de armario y no fallecer en el intento?
Lo primero que deberás saber es que esto no se realizará en pocas horas y puede ser que llegue a ocuparte hasta una mañana o una tarde entera. Además, deberás coger un paño, un poco de agua, jabón y comprar bolsas de envasado al vacío para ropa.
De esta manera, tendremos que comenzar viendo qué ropa, de la que tenemos colocada en el armario, vamos a querer para la próxima temporada. Lo más normal es que haya alguna prenda que no esté en buen estado o que, probablemente, no nos la hayamos puesto en todo el invierno. En este último caso podrás donarla o regalarla.
Una vez que hemos seleccionado qué ropa nos vamos a quedar, lo ideal será lavarla. Además, se deberá guardar en cajas o bolsas al vacío para que se pueda doblar correctamente y, sobre todo, no ocupe mucho sitio. Al quitar toda la ropa deberemos limpiar bien el armario con ese paño que hemos cogido.
Para colocar la nueva ropa podrás hacerlo como Marie Kondo, es decir, aprovechando el espacio haciendo unos rollitos con cada prenda. Las camisetas podrás ordenarlas por colores y poniendo delante aquellas de manga larga o de tirantes y detrás, las cortas.
Respecto a los zapatos, lo mejor será que guardes los de invierno en cajas o en fundas de plástico. Este tipo de almacenamiento cabrá en cualquier lugar y, además, podrás almacenar hasta diez o quince zapatos.
Los accesorios, como las bufandas o los gorros, también se podrán guardar en distintas cajas. Aunque eso sí, lo más recomendable será que esas cajas estén identificadas para que más adelante sepamos qué hay en cada una.
Para los accesorios de verano que queramos colocar en nuestro armario, los debemos dividir dependiendo su tipo. Así, la ropa de baño deberá ir por un lado y, por ejemplo, los accesorios de playa, por otro.
Por tanto, son varios los tips que tendremos que tener en cuenta. Lo primero, como ya hemos comentado, no habrá que colocar la ropa una encima de la otra, formando torres. Habrá que hacerlo en rollitos. De esta forma, no tendremos esa sensación de caos. Además, en cada percha deberemos colocar una sola prenda, evitando acumular demasiada ropa. Tampoco las prendas colgadas tendrán que estar muy pegadas, ya que de esta manera no respirará correctamente.