El anuncio del matrimonio destroza a Deniz. "Yo quería ser algo más para ti. La flor que había en mi interior no ha crecido hiciera lo que hiciese. Quizá le ha faltado luz o agua pero no ha ocurrido. Tengo que dejarte ir. Tú has empezado otro camino. Un camino bonito y Ferit lo caminará contigo. Cuidaos muchos. Sed felices. No tienes que estar triste por mí, seremos amigos", le dice desolado a Nazli, que se disculpa por todo lo sucedido. "No he querido hacerte daño pero a veces las personas hacemos cosas así, herimos a las personas que queremos. Siempre me has apoyado. Eres muy importante para mí y siempre lo serás".
Fatos los tiene claro. O al menos eso cree. Su relación con Engin no funciona y quiere romper con él. Sin embargo, cuando está decidida a decírselo, el empresario la sorprende con un anillo y una pedida de mano. "Solo hay una cosa en mi mente. Te quiero mucho", le dice a la diseñadora, que sobrepasada por la situación acepta sin dudarlo.
La noticia del matrimonio ha vuelto locos a Hakan y Demet, a cada uno por motivos bien distintos. Mientras que al empresario le preocupa que les arrebaten a Bulut y la empresa, su mujer enloquece de celos. No puede permitir que esa boda se celebre y aprovechando un descuido de la novia la encierra en una cámara frigorífica para que no llegue a la celebración. Sin embargo, su plan no sale como esperaba. Nazli no llega a la ceremonia pero Deniz la rescata y tras una tensa charla con Ferit, ambos deciden seguir adelante con la boda.
Aunque la policía ha cerrado el caso, Ferit sigue tras la pista de los asesinos de Demir y Zeynep. No tardará en encontrar una pista clave. Su investigador descubre que la mano derecha de Hakan llevaba los coches al taller de Resul, mientras que Celal no tenía ningún contacto con el otro hombre asesinado en su casa. Sin embargo, aunque están en el buen camino, aún falta encajar las piezas del puzle y saber exactamente qué ocurrió el día del accidente.