Desde que se besaran en el bosque, ya nada es lo mismo. Sanem y Can han decidido dejar de jugar a eso de ser amigos. Después de que el fotógrafo entregase parte de su fortuna a Fabri para proteger el perfume de Sanem, ella responde a su gesto haciéndole un perfume muy especial. Lo que ocurrirá entonces ni la propia Sanem lo imagina. "Aquella noche, sin ni siquiera verte la cara, la noche que nos conocimos, cambió mi vida para siempre. Yo era un barco a la deriva entre la niebla pero en la vida hay cosas que no cambian nunca".
Junto al perfume, Sanem le entrega una romántica carta. "Aquel que presentó su color al mundo por primera vez. Mis ojos brillan como una flor sin nombre. Cariño, recuerdo cuando me dijiste que era una poeta. Escribo estos versos para ti. Si te gustan no los recites como un poema porque cada año los volveré a escribir. Cuando llega el frío, después de recorrer miles de kilómetros, escribiré la alegría del ave que llega al fin al sur. En cada momento y en cada etapa. Con su propio idioma".
Por primera vez en su vida, Can ha perdonado. Haber estado a punto de perder a su hermano le ha removido algo en su interior. No puede vivir con rencor y tiene que olvidar. Y así lo hace. Sin embargo, Emre vuelve a ponerse del lado de Aylin para protegerla cuando el fotógrafo descubre que un topo ha filtrado su campaña a otra agencia.