Los orígenes de Achraf Hakimi: el sacrificio de sus padres al llegar a España desde Marruecos y su infancia

El jugador del Paris Saint-Germain ha hablado en estos años de sus padres y los sacrificios que hicieron por él al llegar a España
Así ha explicado recientemente Hiba Abouk cómo es Achraf Hakimi como padre de sus hijos, mostrándolo con una imagen
Hace ya años que los seguidores del fútbol empezaron a familiarizarse con el nombre de Achraf Hakimi debido a la trayectoria del deportista en varios clubes europeos. Una carrera que le ha servido para ser considerado como uno de los defensas laterales más destacados a nivel mundial y que le ha servido para integrar las filas del Paris Saint-Germain, con el que disputa esta noche la semifinal del Mundial de Clubes, en un encuentro contra el Real Madrid que emite en Telecinco. Pese a su gran proyección, hay episodios de su vida que son menos conocidos, como sus orígenes y su infancia.

Más allá de la esfera deportiva, Hakimi pasó a ser un rostro conocido del papel cuché patrio cuando se confirmó que mantenía una relación sentimental con Hiba Abouk. Fue en 2018, cuando él tenía diecinueve años, y la historia de amor se prolongó durante casi un lustro, casándose ambos en secreto y teniendo dos hijos en común: Amín y Naím, actualmente de cinco y tres años. El vínculo se rompió a finales de 2022, aunque se hizo público un tiempo después, cuando el defensor fue acusado de violación en París, circunstancia que él ha negado, asegurando ser víctima de un chantaje.

¿Dónde nació Achraf Hakimi?¿Tiene doble nacionalidad?
Su vida junto a Hiba y su relación tras su separación ha recibido gran atención por parte de la prensa. Pero hay otros episodios menos conocidos por el público, como los relativos a sus orígenes familiares. Achraf nació en Madrid el 4 de noviembre de 1998 y se crio en Getafe, y sus antecesores provienen de Marruecos: sus padres eran ciudadanos marroquíes que se instalaron en España muy jóvenes, con poco más de veinte años. Es por ello por lo que Achraf tiene doble nacionalidad: española y marroquí, motivo por el cual pudo tomar la decisión de jugar, como internacional, con la selección del país africano.
Así son sus padres, Hassan y Saida, y sus dos hermanos
Sus padres son Hassan Hakimi y Saida Mouh, desconocidos para el público pero a quienes los seguidores del astro futbolístico conocen bien. En varias ocasiones, tanto en redes sociales, como en entrevistas o en las celebraciones de sus triunfos, el exjugador del Real Madrid ha querido poner a ambos en valor, presumiendo de su vínculo con ellos.
De hecho, una icónica imagen besando a su madre tras un partido en el Mundial de Qatar en 2022 se convirtió en una obra de arte urbano en Barcelona, parte de una exposición llamada 'Madres migrantes'. Saida le ha defendido públicamente en alguna ocasión, dando la cara por él ante las especulaciones relacionadas con su divorcio.

Además, el que fuera jugador del Real Madrid en sus inicios como canterano, tiene dos hermanos: un chico, Nabil Hakimi, y una chica, Ouadid Hakimi, a los que también está muy unido y que triunfan en redes desde hace años, ambos con miles de seguidores.
El sacrificio de sus padres al llegar a España y su infancia en Getafe
A través de sus declaraciones hemos conocido que sus progenitores se sacrificaron mucho una vez se instalaron en España, algo por lo que el futbolista siempre les ha estado muy agradecido. Su padre trabajó durante décadas como vendedor ambulante en puestos de fruta y ropa del mercadillo de Majadahonda, algo que seguía haciendo hasta hace unos años y una tarea en la que el propio Achraf echaba una mano de niño, aunque su padre no quería. Su madre, como él mismo ha contado, trabajaba limpiando casas.
En una entrevista con el diario El Mundo en 2019, contaba que los cinco vivían en un piso humilde. "Nos daba para comer, para comprar alguna cosa. Aunque tampoco íbamos pidiendo. […] No puedo quejarme. Ni yo ni mis hermanos. Siempre que queríamos algo, lo teníamos", aseguraba. También reconocía que sus padres se ganaban la vida "como podían" y que siempre le insistían para que no dejase los estudios pese a apostar por el fútbol.
Volcados totalmente en sus entrenamientos y sus horarios pese a sus trabajos, recordaba entonces cómo había trascurrido su niñez, con sus hermanos, jugando con su balón Mikasa en el barrio y cómo su padre le llevó por primera vez a Valdebebas en un coche con cartones en lugar de cristales.
Por último, revelaba, hace ya seis años, que sus progenitores seguían conformes con su realidad pese a su proyección deportiva. "Mis padres siguen viviendo allí. No han cambiado su vida. No quieren", contaba.