Ana de Armas tiene un hermano fotógrafo que está vigilado por la policía cubana: así es Javier Caso

  • La actriz, que mantiene su vida privada en la intimidad, tiene un hermano mayor que trabaja como fotógrafo y artista independiente en Cuba

  • Javier Caso fue el primer espectador que tuvo la protagonista de 'Blonde', que le llama cariñosamente 'Tato'

  • La policía cubana ha estado tras su pista por su activismo político y sus relaciones con otros disidentes del régimen

Había trabajado ya anteriormente en cine y teatro, pero el salto a la fama de Ana de Armas llegó con su papel en 'El internado', verdadero hito cultural para una generación de adolescentes españoles. Su carrera vivió entonces un ascenso meteórico que ha llevado a la actriz a ser un rostro habitual en Hollywood, participando en más de una veintena de películas, siendo nominada a un Globo de Oro y convirtiéndose en 'chica Bond' en la última de 007. El siguiente escalón llega este mes de la mano de 'Blonde', filme que ahonda en las sombras de Marilyn Monroe, a quien da vida la intérprete hispano-cubana. Un trabajo que ya se ha colado en el runrún de las quinielas para la próxima edición de los Premios Óscar.

La proyección de Ana se ha disparado con el paso de los años. Al interés en su carrera profesional se sumó la curiosidad sobre su vida sentimental: desde su matrimonio con Marc Clotet hasta los episodios más reciente, su noviazgo con Ben Affleck, que finalizó en enero de 2021 y su supuesta nueva relación con Paul Boukadakis. Más a salvo del foco mediático ha permanecido su familia: nieta de un palentino y una leonesa e hija de Ramón de Armas y Ana Caso, la actriz ha mantenido a los suyos en un firme segundo plano.

Así es Javier Caso, el hermano mayor de Ana de Armas que el régimen cubano vigila

Pero lo cierto es que otro miembro del clan de Armas brilla también con luz propia en esto de la cultura. Se trata de Javier, el hermano mayor de la protagonista de 'Puñales por la espalda', que se hace llamar artísticamente Javier Caso, utilizando su segundo apellido. Un artista, fotógrafo y grabador de sonido, como se define a sí mismo en sus redes sociales, que creció en la Habana junto a Ana, que le apoda cariñosamente 'Tato'. Caso fue su primer espectador cuando la actriz representaba las películas que veía en casa de la vecina, al no tener vídeo en la suya.

Son precisamente su perfil de Instagram y su página de Facebook lo que mejor nos permite conocer a Javier. Sus más de tres mil seguidores pueden disfrutar de buena parte de su trabajo en el mundo de la fotografía independiente, ya que Caso suele compartir en su muro imágenes de sus rodajes y sesiones. Cuba, España o Estados Unidos (donde vivió en autocaravana, capturando la experiencia en la serie documental 'Sweet Rolling Home'). Su trabajo ha sido reconocido en exhibiciones, iniciativas y proyectos como el 'Portrait of Humanity'.

En su labor fotográfica está muy presente el activismo político. Javier utiliza también sus redes sociales para denunciar la situación que se vive en su Cuba natal. Muy crítico con el régimen de su país, suele mostrar su implicación compartiendo mensajes pidiendo libertad y exigiendo el fin de la violencia y la represión. "Abajo la dictadura castrista", escribía este verano en su muro, en el que también suele visibilizar lo que sucede en el país.

Pero su compromiso no se detiene ahí. El fotógrafo ha llegado a realizar una huelga de hambre (en mayo de 2021) en solidaridad con el artista y disidente cubano Luis Manuel Otero Alcántara, arrestado en varias ocasiones. Este apoyo, sumado a algunos de sus posicionamientos y sus vínculos con otros opositores al régimen, también relacionados con la cultura, ha tenido consecuencias para el hermano de Ana de Armas. Javier Caso ha acabado en el punto de mira de la policía del país.

A tenor de la información publicada en varios medios locales, y de su propio testimonio en redes sociales, ha llegado a ser interrogado por agentes gubernamentales, que le alertaron de que su relación con otros artistas independientes podría hacerle incurrir en un delito. “Una prueba más de la censura y represión a los artistas, intelectuales y opositores cubanos […] las autoridades cubanas arremeten impunemente contra todo el que exprese una opinión diferente”, comentaba en Facebook por entonces.