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Hace siete años, el futbolista Santiago Cañizares y Mayte García se convirtieron en padres de trillizos. Una paternidad por partida triple con la que trajeron al mundo a Martina, India y Santi. Este último se convirtió en el "ángel" de la familia tras morir a los cinco años a causa de un cáncer. Y a él le han dedicado este día, recordando los "pocos pero intensos años" en los que pudieron aprender de él.
#SantiCampeón, hashtag que utilizan en redes cada vez que hablan de su hijo, les regaló "siete años cargados de muchas vivencias, de mucha ilusión y de muchas ganas de seguir viviendo", ha asumido Mayte en este post en el que ha compartido recuerdos fotográficos de sus "trillis", como les llama cariñosamente.
Este fin de semana, el recuerdo del pequeño ha estado muy presente en el clan, que desde que sufrieron su pérdida tras una larga enfermedad se hicieron una promesa: "Haremos que te sientas orgulloso de nosotras siempre, porque veremos con tus ojos, viviremos como tú solo hacías y sonreiremos ante las adversidades".
Tras este trance vital, tanto ella como su marido Santiago Cañizares se han convertido en un ejemplo para muchas familias que han tenido que sufrir las consecuencias del cáncer infantil en su entorno.
"Nuestro deseo es que vosotros, los que nos seguís, hagáis lo mismo", ha pedido Mayte a sus casi 40 mil seguidores en Instagram. La gran lección que se han llevado de todo esto es que hay que "disfrutar de cada minuto de la vida, por fea que se presente".
Tras mandar "un beso al cielo" y recordar que sus tres hijos siempre estarán juntos, la mujer del que fuese guardameta del Celta de Vigo, el Real Madrid y el Valencia CF ha manifestado que "siempre hay luz al final del túnel".
El pasado 23 de marzo fue el propio Cañizares quien comunicó la triste noticia. "Se ha marchado rodeado de paz y habiendo comprendido su misión en el tiempo que nos ha acompañado", rezaba su comunicado. Familia y amigos despidieron a Santi en una ceremonia religiosa organizada por su madre en la que le homenajearon "como se merecía".
La sensación de todos fue que "no se marchó hasta que vio que su madre estaba preparada". Con su fallecimiento, tal y como contaron en una entrevista para la revista ¡Hola!, los padres sintieron "tanta paz, tanta energía" que les pareció estar "flotando". A pesar de este triste final, ellos siempre han mantenido que "hay que luchar" y que "no hay que venirse abajo".