Raquel del Rosario, sobre las secuelas psicológicas de su hijo tras el ataque del puma: "Le está costando"

Raquel del Rosario despide uno de sus años más complicados. Este verano, la vocalista de ‘El sueño de Morfeo’ vivía una de las peores experiencias de su vida después de que su hijo Mael fuese atacado por un puma en el jardín de su casa. La cantante no hizo pública la noticia hasta que pasó un tiempo prudencial. Ahora, con el niño fuera de peligro y recuperado de las heridas tras ser intervenido, la canaria se ha sincerado sobre las secuelas psicológicas que tiene el pequeño de cinco años después de este terrorífico episodio.

La canaria ha reconocido que psicológicamente “le está costando un poco”. Desde hace unas semanas, Mael “no quiere ni ir al baño solo y está con muchos miedos a flor de piel”, según ha confesado en un ‘preguntas y respuestas’ con sus seguidores. Raquel es consciente de que el niño necesita “tiempo, paciencia y amor” después de este horrible suceso, que también ha originado que la artista coja miedo respecto a lo que pueda ocurrir a sus retoños: “Trabajo a diario en soltar el control y confiar en que la vida tiene sus planes y mi papel principal es ofrecerles amor y protección.

Por suerte, el niño no ha cogido miedo a los animales y no se separa de la nueva mascota de la familia, una gatita negra a la que han bautizado como Lyra. "En mi casa de Teror siempre hubo gatos en el patio, que no eran de nadie y eran de todos. Nunca sentí ninguna conexión con ellos. No las tenía todas conmigo con lo de adoptar uno y lo hice por Mael. Ahora estoy enamorada y súper conectada a este ser mágico. Los niños están celosos. Y milagrosamente se me ha pasado la alergia", comentaba en otra historia.

Raquel del Rosario mostraba las cicatrices de su hijo tras el ataque

La fortaleza de Mael aún sigue sorprendiendo a su familia. Sus padres no olvidarán jamás este momento que les paró el corazón. Como tampoco lo hará el afectado, que en este tiempo ha estado recuperándose y cicatrizando sus heridas, algunas en el rostro y muy cerca del cuello, las cuales le podrían haber costado la vida. Estas señales son ahora el recuerdo el mayor susto que ha vivido su familia por el momento. A través de una imagen en la que aparece el chico abrazando a su gatito, Raquel nos descubría las secuelas físicas del ataque del felino.