María Ángeles Broto, experta en nutricosmética: "El omega 3 es el mejor aliado para mejorar la memoria"
Igual que un músculo, la memoria necesita ejercitarse para mantenerse en óptimas condiciones
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La memoria es una de las herramientas más poderosas que poseemos. Nos conecta con nuestras experiencias pasadas, nos permite aprender y crecer, y es esencial para nuestras actividades diarias. Sin embargo, como cualquier otra habilidad, necesita ejercitarse para mantenerse en óptimas condiciones. Y aunque la genética influye, los neurólogos coinciden en que ciertos hábitos y ejercicios pueden ayudar a mejorarla.
Resulta interesante destacar un estudio publicado en la revista 'Nature Neuroscience', que demostró que realizar ejercicios aeróbicos regularmente mejora el volumen del hipocampo, una región del cerebro vinculada a la memoria y el aprendizaje. La investigación, que incluyó a adultos mayores, destacó que quienes caminaron 40 minutos tres veces por semana mostraron un aumento significativo en sus capacidades relativas a la memoria, en comparación con aquellos que solo realizaban ejercicios de estiramiento. Un hallazgo que subraya la importancia del ejercicio físico en la salud cerebral.
Suplementación, la gran aliada
Por otro lado, ya se sabe que “somos lo que comemos” y que la alimentación influye en nuestro bienestar y estado físico. Precisamente, en relación con este tema, también hay múltiples investigaciones que respaldan que ciertos hábitos y nutrientes pueden marcar una gran diferencia en la salud cognitiva. Por ejemplo, los ácidos grasos Omega-3, presentes en alimentos como el salmón, las nueces y las semillas de chía, son fundamentales para el funcionamiento cerebral. Estas grasas saludables ayudan a proteger las neuronas, reducen la inflamación y favorecen la comunicación entre las células del cerebro, contribuyendo así a una mejor memoria.
Un nutriente estrella para la memoria es el DHA (ácido docosahexaenoico), un tipo de Omega-3 esencial en el funcionamiento neuronal. Así lo expresa Mª Ángeles de Broto, directora de ciencia y desarrollo nutricosmético de los laboratorios Brudylab, quien explica que el DHA Algatrium, -un tipo de Omega 3- es una forma altamente biodisponible de DHA con potentes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
“Su impacto en la memoria se debe a varios factores. Por un lado, la protección neuronal, ya que reduce el estrés oxidativo, un factor clave en el envejecimiento cerebral. También es un componente fundamental de las membranas neuronales, favoreciendo la transmisión de información. Ayuda a crear nuevas conexiones, lo que mejora el aprendizaje y la retención de recuerdos y, también diversos estudios han demostrado que niveles adecuados de DHA pueden reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas”, cuenta.
Vitaminas del grupo B y magnesio, otros aliados clave
“La evidencia actual es clara”, explica De Broto. “Sabemos que las vitaminas del grupo B, especialmente la B6, la B9 y la B12, desempeñan un papel esencial en el mantenimiento de la función cognitiva. Cuando estos micronutrientes están en niveles adecuados, el cerebro trabaja con mayor eficiencia, y eso se traduce en una mejor memoria y en una mayor capacidad de concentración”.
La especialista añade que los minerales también tienen un impacto directo. “El magnesio -y muy especialmente su forma L-treonato- ha demostrado mejorar procesos relacionados con la memoria y el aprendizaje. Su capacidad para atravesar la barrera hematoencefálica lo convierte en un aliado interesante para apoyar la salud cerebral”.
Presta atención también a tu despensa
MªÁngeles también recomienda incluir en nuestra dieta alimentos como nueces y semillas, que aportan vitamina E, fundamental para la función cognitiva; huevos; frutos rojos y cítricos ricos en antioxidantes y chocolate negro, pues sus flavonoides mejoran la circulación sanguínea en el cerebro.
Consejos de experta para una memoria envidiable
La experta comparte con nosotras una serie de consejos efectivos que puede realizar prácticamente cualquier persona, con los que mejorar nuestras capacidades cognitivas.
1. Aprende algo nuevo cada día. Leer, estudiar un idioma o practicar un instrumento musical estimula la plasticidad cerebral, ayudando a formar nuevas conexiones neuronales.
2. Practica la atención plena. La meditación y el mindfulness reducen el estrés, mejoran la concentración y facilitan la retención de información.
3. Haz ejercicio físico. Actividades como caminar, nadar o bailar aumentan la oxigenación del cerebro, favoreciendo la memoria y la función cognitiva.
4. Juega con tu mente. Sudoku, crucigramas o juegos de estrategia estimulan el cerebro y refuerzan la capacidad de recordar.
5. Duerme bien. Durante el sueño, el cerebro procesa y almacena información. Dormir entre 7 y 9 horas es clave para consolidar la memoria.
También incide en una serie de puntos clave para una memoria fuerte y ágil
- Organiza la información con listas y esquemas para facilitar su retención.
- Asocia los datos con imágenes o historias para recordarlos mejor.
- Evita el multitasking, ya que reduce la concentración y dificulta la memoria.
- Controla el estrés, pues el exceso de cortisol afecta la capacidad de recordar.
- Combina ejercicio mental y físico para un cerebro activo y saludable.
“La memoria no es solo cuestión de genética; se puede entrenar y potenciar con hábitos adecuados y una nutrición óptima. Incluir en la dieta alimentos ricos en antioxidantes y mantener una rutina de ejercicio físico y mental, son claves para mejorar la memoria y proteger el cerebro a largo plazo”, concluye.