La receta de la tarta de queso Philadelphia sin horno que siempre sale bien
La tarta de queso Philadelphia siempre es un éxito, es fácil de hacer y no necesita horno, como vas a poder comprobar
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La repostería es un arte que no siempre tiene por qué darse bien. Hay quienes parecen hacer magia mezclado ingredientes y otros no consiguen que un bizcocho básico quede medianamente esponjoso. Pero lo cierto es que parece esencial tener siempre a mano una receta que sepamos que siempre va a salir bien. Es el caso de la receta de tarta de queso Philadelphia, que no necesita ni horno y siempre queda perfecta.
Para ti, para tu familia, para tus invitados… a todos les gusta y es un éxito cuando aparece en la mesa, ya sea como postre o merienda. Te contamos paso a paso cómo debes prepararla para que puedas comprobar que es tan infalible como deliciosa. Toma nota de los ingredientes, elige la mermelada que más te guste para cubrirla (la de fresa o la de frutos rojos son ideales) y ponte manos a la obra.
Prepara la tarta de queso con antelación
Pocos postres pueden se pueden improvisar y esta tarta no es uno de ellos. Es cierto que no necesita horno, pero sí debe estar varias horas en la nevera para que cuaje lo suficiente y esté bien fresquita. Así que toma nota de los tiempos que vas a necesitar:
- Tiempo de preparación: 25 minutos
- Tiempo de cocinado: 10 minutos
- Tiempo en la nevera: 3 horas y media
Ingredientes para 8 raciones
- 500 g de queso Philadelphia
- 150 g de galletas tipo María
- 100 g de mantequilla
- 80 g de azúcar
- 4 hojas de gelatina
- 400 ml de nata líquida para montar
- 150 g de mermelada de fresa
Elaboración paso a paso
Sigue por orden los siguientes pasos para preparar tu tarta de queso Philadelphia:
- Prepara la base de la tarta triturando los 150 gramos de galletas María. Utiliza un robot de cocina para que el resultado sea parecido a un polvo de galleta.
- Derrite la mantequilla en el microondas durante unos segundos y luego deja que se enfríe hasta estar a temperatura ambiente.
- Pon el polvo de galleta y la mantequilla derretida en un bol y mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.
- Forra con papel vegetal la base de un molde redondo desmoldable de 20 cm de diámetro.
- Cubre el fondo del molde con la mezcla de mantequilla y polvo de galleta. Para que quede una capa uniforme y compacta, debes presionar la mezcla con el fondo de un vaso. Luego guarda el molde en la nevera para que la base se enfríe.
- Pon las 4 hojas de gelatina a hidratar durante 15 minutos en un bol con agua fría.
- Mientras la gelatina se hidrata y se enfría la base de galleta, hay que preparar la mezcla de la tarta. Pon 400 ml de nata líquida para montar y 80 gramos de azúcar en un cazo a fuego medio-alto. Bate con unas varillas mientras esperas a que empiece a hervir. Cuando llegue ese momento, baja el fuego y añade los 500 gramos de queso Philadelphia. Sigue mezclado hasta que la mezcla sea homogénea y deja que se cocine durante 5 minutos.
- Apaga el fuego y deja que la mezcla repose y pierda el exceso de calor durante un par de minutos. Después, hay que escurrir bien la gelatina y añadirla, mezclando con las varillas hasta ver que está completamente disuelta. en la mezcla. Deja que se enfríe hasta que esté a temperatura ambiente.
- Saca el molde de la nevera y pon la mezcla de la tarta sobre la base de galleta. Vuelve a guardar el molde en la nevera durante 3 horas como mínimo para que cuaje bien.
- Pasado ese tiempo, saca la tarta y cúbrela con la mermelada que hayas elegido, por ejemplo de fresa. Guarda de nuevo la tarta en la nevera y deja que se enfría durante otros 30 minutos. Así terminará de cuajarse y se asentará mejor.
- Por último, solo tienes que sacar la tarta de la nevera, desmoldar y servir. ¡Verás qué rica está!
