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Volver a Salou, Benidorm o Andalucía todos los veranos en vacaciones: "Han hecho muy bien los deberes"

Distintas personas en una playa de BenidormGetty Images
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Fina fue por primera vez a las islas Canarias hace unos 25 años. Desde entonces, ha vuelto muchísimas veces. No va todos los años, pero casi, y se ha recorrido prácticamente todas las islas del archipiélago. “Nos gusta ir por el clima, la sensación de que te levantas por la mañana y sabes que vas a tener un buen día”, nos cuenta. Siempre tiene algo que ver y siempre hay buenos paseos en la costa para hacer. Por eso, ha variado cuándo ir —algún año ha ganado la idea de viajar en invierno—, pero se ha mantenido fiel al destino.

Lo cierto es que esta viajera no es la única que repite destino y que es fiel a los clásicos de las vacaciones. Los datos del buscador Amimir.com así lo confirman: los destinos que más solicitan sus clientes son viajes de sol y playa que los llevan a los grandes clásicos del verano español. Salou es quien lidera las reservas del verano, seguido por Benidorm y Roquetas de Mar. De hecho, solo París (con un crecimiento del 110%) supera a Benidorm (79%) y Roquetas de Mar (70%) como los destinos en los que las reservas más crecen.

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Ir sobre seguro

La clave está en ese saber que vas a tener un buen día desde que te levantas del que habla Fina. En el análisis de Amimir.com concluyen que lo que explica el éxito continuado de Salou es la mezcla del clima cálido, las playas, la oferta hotelera y de ocio y los muchos hoteles y restaurantes. Sabes qué te vas a encontrar y cómo. Para algunos viajeros eso es fundamental. Los de más de 45 años y el público familiar son muy repetidores, apunta Nacho Vallina, director adjunto de Amimir.com. “Son destinos que acogen muchos turistas año tras año”, suma.

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Pero, entonces, ¿qué ocurre con todas las fotos que circulan por Instagram y los vídeos de viajes de ensueño que se cuelan en TikTok que tienden a mostrar destinos lejanos y que se escapan de los habitual? ¿O le damos mucho bombo a ese viaje en las Maldivas, aunque luego donde más tiempo pasamos es en el chiringuito de siempre a pie de Mediterráneo, en uno de esos sitios de siempre que la industria del turismo llama destinos maduros?

Asier Baquero, el coordinador del Grado de Turismo Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), confirma que, “por una parte, tenemos hiperexposición en redes sociales de destinos lejanos, pero, al final, estos destinos maduros ofrecen resiliencia e invierten en mejora de marca”. “Puede estar un poco denostado que sea un clásico, pero muchos de estos destinos han hecho muy bien los deberes”, apunta Baquero.

El profesor indica que han conseguido organizarse muy bien, se han reinventado con certificados turísticos o sostenibles y han conseguido afianzarse como valores seguros. Es decir, han seguido ofreciendo lo que les había funcionado durante tanto tiempo, pero lo han modernizado para que encaje en el siglo XXI.

Estos destinos de siempre dan las experiencias deseadas de playa de una manera cercana, algo que algunos viajeros valoran especialmente, porque te puedes acercar en coche, sabes que van a hablar tu mismo idioma y, si te pasa algo, tienes la tranquilidad de saber que estás en tu país. Y, como recuerda Vallina, “hay públicos para todo”.

Lo conoces y te suena

Incluso, les beneficia que sean lugares de los que sabemos. “La familiaridad es otro de los múltiples factores que nos hacen tomas decisiones”, suma Baquero, que también confirma que la nostalgia les puede beneficiar.

Al mismo tiempo, también entra en juego el presupuesto. Cierto es que en esos destinos maduros hay hoteles de 5 estrellas y Gran Lujo que atraen a los viajeros con más capital, como señala Baquero, pero también cuentan con muchos hoteles de 3 y 4 estrellas que cubren las necesidades de viaje de personas con presupuestos menos elevados de los que podría suponer irse a un resort en un lugar alejado y a la moda. La media de este año de gasto en reservas de hotel está en los 600 euros, según Amimir.com, un 4% más que en el año pasado.

Los expertos no creen, por tanto, que destinos como Benidorm o Salou se vayan a pasar de moda. Si siguen innovando y reinventándose, seguirán captando a viajeros.

Así hemos cambiado cómo viajamos

Esto no quita que sí haya habido cambios en cómo viajamos o que no hayan aparecido destinos de moda. Croacia o Albania son tendencia este verano por, justamente, la escalada de precios de algunos destinos en España, como Ibiza o algunas de las Islas Canarias.

Otras modificaciones se notan más allá de la tendencia de un verano. “Ha habido cambios en la duración de la estancia”, explica Baquero. El veraneo de irte todo el mes de agosto a una playa se va quedando como algo que se hacía en el pasado (quienes podían, claro). Lo de hacer unas únicas vacaciones se ha ido quedando pasado de moda y se ha hecho más habitual fragmentarlas, lo que permite experimentar más cosas o hasta probar tipos de destinos distinto. Como ejemplifica el experto, hemos pasado de irnos 14 días a un camping a irnos mejor 2 a un glamping. El estudio de Amimir.com confirma que la estancia media ronda ahora las 3 noches de hotel.

También los años del covid nos han cambiado las estructuras viajeras. Ahora se reserva con más antelación (la media está en 68 días) y Vallina señala que se está viendo la tendencia a que los precios escalen en la última hora. Como en pandemia se normalizó la cancelación gratuita, hay quien pilla varias reservas y luego escoge cuando se acerca la fecha del viaje. Entre los jóvenes, sí que se ha asentado un boom de los viajes raros y a sitios más lejanos, dice este experto, aunque quizás lo más sorprendente es que la Generación Z se ha acostumbrado a fraccionar pagos. Si financiar las vacaciones no era algo que se estilase años atrás, para la juventud es de lo más normal.