Los cólicos en el bebé, la razón por la que llora desconsoladamente: los beneficios de la osteopatía para calmarlos

  • Los cólicos del lactante podrán ser especialmente complicados para los pequeños, ya que llorarán sin cesar.

  • Esta complicación se puede dar debido a varias causas, como puede ser el reflujo gastro-esofágico o la intolerancia a la lactosa.

  • Para aliviarlo, la osteopatía se ha alzado como una gran opción, ya que los masajes podrán ayudar a que esos cólicos desaparezcan.

Los cólicos del lactante pueden ser especialmente molestos, tanto para el bebé como para sus padres, que observarán que el pequeño no descansa bien y está siempre irritable. Es por eso que se trata de uno de los motivos de consulta pediátrica más frecuentes, ya que genera un sufrimiento en el bebé a los pocos días o semanas de nacer. Se trata de un llanto que no cesa y que muchos padres interpretan como un momento de dolor, rabia y malestar en los niños. Por eso, querrán que esto cese.

Para ello, durante mucho tiempo, se han desarrollado distintas técnicas con el objetivo de que el pequeño se sienta mejor. Así, se ha recomendado la osteopatía como método para acabar con estos famosos cólicos del lactante. Por eso, será muy importante saber por qué se produce y cómo calmarlo, para que el pequeño pueda sentirse mejor y más tranquilo. De este modo, los cólicos suelen producir un malestar general y se traduce en un llanto inconsolable del bebé.

Cómo se sabe si es un cólico

Aún así, antes de intentar buscar soluciones, será de vital importancia conocer todos los síntomas. Cabe destacar que todos los bebés lloran y no por eso, esto se debe considerar un cólico de lactante. Así, el pequeño podrá estar más molesto porque tiene gases, ganas de hacer caca o de estar junto a sus padres. Por tanto, se considera cólico del lactante cuando este llanto se produce en bebés de menos de tres meses de vida. Además, suele darse por las tardes y normalmente a partir de las seis.

También, suele iniciarse a partir de la segunda o de la tercera semana, alcanzando su pico más alto sobre la sexta semana cuando pueden llegar a llorar hasta tres horas seguidas y durante tres días a la semana. Además, el llanto no suele cesar ni cuando se le da de mamar o si se le coge en brazos. Este llanto suele solucionarse a partir del tercer mes de vida del bebé, ya que será cuando esté más maduro y llorará cada vez menos.

La osteopatía como solución

Sí que es cierto que la osteopatía podrá calmar esos cólicos, que intenta solucionar este problema a través de las posibles tensiones acumuladas del bebé durante el periodo de gestación y el parto. Sobre todo, en aquellas zonas que más sufren, como puede ser la nuca, así como las regiones lumbares y la sacra. Así, el osteópata realizará un análisis minucioso para confirmar el diagnóstico de cólico y descartar otros posibles problemas que se den con síntomas similares. Además, la atención del especialista se centrará en diferentes partes del cuerpo a través de movimientos y masajes suaves que ayudarán a mejorar los movimientos intestinales.

Se trata de un tratamiento que será totalmente indoloro para el pequeño y, además, tras la primera sesión ya se notará cierta mejoría, aunque sí que es cierto que harán falta alguna más para terminar con los síntomas de forma definitiva. También, puedes preguntarte por qué aparecen estas molestias y lo cierto es que las causas son variadas. Entre ellas, nos podemos encontrar con la alergia a la leche o la intolerancia a la lactosa. De la misma forma, se puede incluir algo que coma la madre que pase a la leche y que le molesta.

Las causas de los cólicos

Eso sí, esto puede ir más allá del cólico, ya que el pequeño no solamente llorará por las tardes, sino que también lo hará por la noche y por la mañana. También, puede ser que el llanto sea provocado por algún tipo de sustancia excitante que tome la madre. Por tanto, habrá que evitar bebidas con cafeína y esperar algunos días para ver si hay algún tipo de cambio. De la misma forma, será muy importante alimentar al bebé después de que haya llorado. Eso sí, habrá que respetar que se alimente a demanda y respetando siempre sus rutinas.

También, puede ser que estos cólicos estén provocados por una alteración de la flora intestinal. En estos casos, los cambios de leche materna parecerán algo realmente útil, así como la administración de probióticos que ayudará al pequeño con sus digestiones. De la misma forma, funcionará bien la postura anticólico, que es toda aquella que incluya coger al bebé sujetando su abdomen y ejerciendo la mínima presión. Otra causa también podrá ser al reflujo gastro-esofágico y, en este caso, habrá que acudir al pediatra.

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