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Cistitis es el término médico que hace referencia a la inflamación de la vejiga. La mayoría de veces esta afección está causada por una infección bacteriana, denominada “infección urinaria”. Esta, en la mayoría de veces, puede ser dolorosa y molesta y puede convertirse en un gran problema si se disemina a los riñones. Con menor frecuencia, la cistitis aparece como una reacción a determinados medicamentos, a la radioterapia o a aerosoles de higiene femenina, los geles espermicidas o el uso prolongado de un catéter; también puede aparecer como complicación de otra enfermedad. Su tratamiento, en la mayoría de los casos, son los antibióticos.
Los síntomas de la cistitis son variados. Entre ellos, podemos encontrar la necesidad imperiosa y constante de orinar, sensación de ardor al orinar, orinar frecuentemente en pequeñas cantidades, sangre en la orina, orina turbia y con olor fuerte, molestas pélvicas, sensación de presión en la parte inferior del abdomen y fiebre baja.
Según datos del Centro de Información de la Cistitis, el 47% de los pacientes que padecen esta patología afirman tener picor o escozor, mientras que el 35% sufre un aumento en el número de micciones. Además, estos síntomas pueden sucederse con una intensidad variable. Lo más recomendable, tras el primer síntoma es acudir al centro de salud, tal y como indica el Dr. Fernández Arjona, Jefe de Urología del Hospital Universitario Henares.
Los síntomas más comunes de la cistitis en adultos son: presión en la parte inferior de la pelvis; dolor o escozor al orinar; auumento del número de micciones; urrgencia por orinar; orinas turbias y de color intenso y en ocasiones sangre en la orina; picor vaginal; dolor al practicar relaciones sexuales; y fiebre. En los niños pequeños, presentar episodios en los que orinan accidentalmente durante el día puede ser un signo de infección urinaria, aunque mojar la cama por la noche cuando están solo no tiene que estar relacionado con esta infección bacteriana.
Respecto a la cititis en bebés, se produce respecto a la limpieza que hacen los padres. "Muchas veces los padres piensan que se tienen que limpiar igual a los niños que a los niñas tras orinar, pero no es así. En las mujeres habrá que hacerlo de delante hacia detrás. Nunca llevar gérmenes del ano a la uretra", recomienda la Dra. Vara Lado.
Deberás acudir al médico, de inmediato, cuando presentes dolor de espalda o lateral, escalofríos, náuseas y vómitos. También, cuando tengas una necesidad constante de orinar y lo hagas con dolor o tu orina presente sangre. Si te han diagnosticado con anterioridad una infección urinaria y tienes síntomas parecidas a los que has sufrido en situaciones pasadas también tendrás que consultarlo con un especialista. En el caso de los hombres que no padecen otro trastorno, la cistitis suele ser poco frecuente, por lo que también tendrán que acudir a un médico para preguntarle por sus síntomas.
El sistema urinario comprende los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Todos estos órganos son importantes para eliminar todos los desperdicios del cuerpo. Los riñones, que se ubican en la parte trasera del cuerpo, en la espalda, sirven para filtrar el desperdicio del cuerpo y regulan las concentraciones de sustancias. Los tubos, denominados uréteres, transportan la orina desde los riñones hasta la vejiga, donde se almacena hasta que sale del cuerpo a través de la uretra. Las infecciones en vías urinarias suelen suceder cuando las bacterias que se encuentran fueran del cuerpo ingresan en las vías urinarias a través de la uretra y comienzan a multiplicarse.
Este tipo de infecciones también pueden aparecer en mujeres después de tener relaciones sexuales. No obstante, incluso las más jóvenes o aquellas que no están expuestas a las relaciones sexuales, también pueden sufrir de cistitis, ya que a menudo la zona genital alberga bacterias que pueden causar infecciones urinarias leves. Por ello, algunas personas son más propensas que otras a sufrir esta afección.
Las mujeres se encuentran en este grupo debido a su anatomía particular; tienen una uretra más corta, lo que hace que la distancia que deben recorrer las bacterias para llegar a la vejiga es menor. “Es claramente distinta a la masculina que suele ser más larga y dificulta la infección de la vejiga por parte de las bacterias”, explica el Jefe de urología.
Las chicas que presentan un mayor riesgo son: las sexualmente activas, debido a que el coito puede hacer que las bacterias se impulsen por la uretra; usan ciertos tipos de anticonceptivos, como aquellas que usan diafragmas; las mujeres que estén embarazadas y aquellas que estén experimentan la menopausia, ya que los niveles alterados de hormonas se asocian a menudo con las infecciones de las vías urinarias.
En hombres y mujeres también existirán factores de riesgo como la interferencia en el flujo de la orina, cambios en el sistema inmunitario y el uso prolongado de una sonda en la vejiga. “Existe un componente alto de cistitis en las cuales no podemos encontrar una causa conocida”, apunta el doctor Fernández Arjona.
Para prevenir este tipo de infecciones lo mejor será beber mucho líquido, especialmente agua. También, orinar con frecuencia evitará que tengas cistitis, al igual que ducharte y lavar con suavidad la zona genital. Otra prevención a tener en cuenta será vaciar la vejiga al máximo antes de mantener relaciones sexuales y evitar el uso de desodorantes en aerosol o productos femeninos en la zona genital, estos pueden irritar la uretra y la vejiga.
“Las cistitis tienen un pequeño problema: suelen ser recurrentes, existen pacientes que tienen varios episodios de cistitis al año”, comentado el doctor. “Esto se debe a que la colonización bacteriana se mantiene dentro de la mucosa vesical de forma permanente y cuando esta supera un límite determinado se producen los síntomas”, añade. Para tratar la cistitis lo mejor será las indicaciones del médico, que lo más probable es que te recete un antibiótico para curar la afección. "Nunca se tendrá que recetar sin hacer una analítica", explica la Dra. Vara Lado.
"Para aliviar los síntomas se podrán utilizar vapores que lleguen a la uretra; el calor en la zona suprapúbica, como una almohadilla eléctrica, puede ser muy recomendable", añade la doctora. Aún así, podrás ayudar con el arándano rojo, que se ha demostrado que es un gran potencial para mejorar la salud urinaria. Pero solo algunos de ellos incorporan en su fórmula la D-manosa, un ingrediente natural que actúa bloqueando los factores de adherencia para los cuales el Arándano rojo americano no es suficiente. Cabe destacar que tiene una alta tolerancia y que se puede tomar de forma prolongada ya que no tiene ninguna toxicidad. "Hoy en día se comercializan en líquido o encapsulados y previene las repetidas infecciones urinarias", añade la especialista.