Matrona y ginecóloga: la importancia de conocer las diferencias entre las dos especialistas

  • Cuando empezamos a planificar un embarazo, pueden surgirnos dudas acerca de si debemos acudir a una ginecóloga o a una matrona.

  • Despejamos esas dudas para que puedas tener un embarazo y parto seguro y bien atendido.

Los ginecólogos entran a formar parte de nuestra vida médica desde que empieza a desarrollarse nuestro aparato sexual y reproductivo y nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida, incluyendo los embarazos, partos y post partos. Pero llegado ese momento, el del embarazo y todo lo que le sigue, hacen su aparición otro tipo de profesionales sanitarios, como las matronas y obstretas, y es muy posible que no tengas claro cuáles son las competencias de cada uno y a quién debes dirigirte en cada momento. Por eso queremos ayudarte a resolver tus dudas y que puedas estar correctamente atendida en todo momento a lo largo de tu vida sexual y reproductiva.

La ginecóloga

Como hemos dicho, se trata de la especialidad médica y quirúrgica que se ocupa de todo lo relacionado con la salud reproductiva femenina, sin limitarse a embarazos y partos. De hecho, van a estar presentes a lo largo de toda nuestra vida, aunque no tengamos ninguna complicación y solamente nos hagan las pertinentes revisiones periódicas. La mayoría de ginecólogos son, además, obstetras o tocólogos. Es decir, están especializados en embarazos y partos, y pueden atenderlos en todo momento, además de ser los únicos indicados para tratar aquellos en los que hay complicaciones o se consideran de alto riesgo. Pueden hacer cualquier tipo de intervención médica relacionada con la madre y el bebé, como una cesárea, algo que una matrona nunca podía hacer.

Todos los obstretas son ginecólogos, pero no todos los ginecólogos son obstretas, y a estos últimos son a los que te derivará tu médico de cabecera desde el momento en que decidas planear un embarazo. Una vez que este se produzca, te hará el seguimiento correspondiente, incluyendo, además del desarrollo del feto y la detección temprana de problemas, el seguimiento de tu salud en todo lo referente al embarazo: peso, presión arterial, niveles de azúcar en sangre…

Tras el parto, serán quienes se encarguen de controlar que tu cuerpo se recupera adecuadamente, además de darte indicaciones sobre lactancia e higiene del bebé, funciones que coinciden con las de la matrona.

La matrona

En el momento en el que se confirme que estás embarazada, asegúrate de que te asignan a una matrona para que acompañe el proceso desde el principio. Algunas mujeres embarazadas no recurren a ellas hasta que comienzan las clases de preparación al parto, a partir del sexto mes de embarazo. Pero ellas van a ser grandes compañeras durante todo el embarazo, cuidando de tu salud y la del bebé.

Las matronas son enfermeras que han recibido una completa formación para ser matronas, y están ahí para todas las consultas rutinarias que puedan surgir durante la gestación. Van a llevar un control de tu peso, te pueden aconsejar sobre alimentación y todo tipo de cuidados y, como hemos dicho, van a ser las encargadas de impartir las clases de preparación al parto, que son imprescindibles en los últimos meses de embarazo. En este último tramo, también serán las encargadas de monitorizar al feto para asegurarse de que todo marcha correctamente.

Cuando llega el momento del parto, siempre habrá una matrona contigo, supervisando que todo marcha bien durante el proceso de dilatación y ayudando a que el bebé pueda nacer. Además, por su formación, pueden realizar pequeñas intervenciones, como una episotomía siempre que esta sea necesaria.

Tras el parto, las visitas a la matrona serán también frecuentes para que te aconsejen sobre la lactancia, te quiten algún punto si es preciso, comprueben si necesitas tomar algún tipo de vitaminas y te resuelvan las dudas que puedan surgirte acerca de los hábitos de salud e higiene del recién nacido.

¿Y las doulas?

Hemos querido incluir aquí a las doulas, porque puede que también te genere alguna confusión esta figura que en ocasiones llegar a confundirse, erróneamente, con las matronas. Las matronas, al igual que los ginecólogos y obstretas, son imprescindibles para el buen desarrollo del embarazo y parto, y te atenderán en todo momento de manera gratuita a través de la sanidad pública.

Las doulas son profesionales que se contratan de manera privada y que, al contrario que los profesionales médicos que hemos citado anteriormente, no tienen ninguna titulación. Son madres que quieren compartir su experiencia acompañando a otras a lo largo del proceso. A pesar de no tener formación médica (si la tienen es una coincidencia que siempre es bienvenida), su figura está contemplada por el Ministerio de Sanidad en la Estrategia de atención al parto normal en el Sistema Nacional de Salud. En ella se recoge que sus funciones son dar apoyo emocional y físico a otras mujeres durante el embarazo y la lactancia, pero que nunca pueden dar un apoyo sanitario ni realizar ningún tipo de examen médico.

Por eso nunca una doula puede sustituir a una matrona. La primera puede ser un apoyo emociona, mientras que la segunda te ofrece la asistencia sanitaria profesional que requiere un embarazo y un parto.