No está siendo un año fácil para Elena Tablada. El pasado mes de noviembre fallecía su abuela, una de las personas más importantes de su vida, víctima del coronavirus. Tan solo unos meses después, Javier Uturrioz, marido de su madre, también perdía la vida tras años luchando contra una enfermedad. A pesar de la cantidad de pérdidas familiares que están sufriendo este año, la diseñadora no ha perdido la sonrisa gracias a su hija Camila, que nació hace poco más de un año en plena pandemia.
El marido de su madre llevaba “varios años malito” y este ha sido, en palabras de Elena Tablada, “el mejor desenlace”. La diseñadora, ante cámaras de Europa Press, ha explicado que el físico a veces aguanta mucho más que nuestra cabeza y ahora ya descansa en paz.
A pesar de las pérdidas, en el último año han llegado dos personas nuevas a la familia Tablada. Una de ellas fue Camila, su segunda hija, fruto de su matrimonio con Javier Ungría. “La niña es un regalo que me dio la vida”, ha asegurado la diseñadora. Camila, que cumplió un año el pasado mes de abril, convertía a Ella en hermana mayor.
A sus once años, la hija de Tablada y David Bisbal, ya tiene tres hermanos pequeños. Una hermana por parte de su madre, y dos por parte de su padre: Matteo, que tiene un año y medio, y Bianca, que nació el pasado mes de octubre. “Ella ejerce de hermana, de madre y de compañera de vida”, ha explicado la diseñadora ante las cámaras, tal y como puedes ver en el vídeo.
La diseñadora considera que la vida le ha “tendido una trampa” con el nacimiento de Camila porque es “una niña muy buena”. A pesar de esto, la mujer de Javier Ungría no se plantea tener más hijos por el momento. “Yo creo que he cerrado ya el chiringuito. Ya tengo dos niñas espectaculares”, asegura.
Elena Tablada contaba hace unos días que se había realizado una resonancia magnética para comprobar a qué nivel había afectado el coronavirus a su memoria. “También tengo secuelas del olfato y el gusto me ha cambiado”. La diseñadora, que viaja en los próximos días a Miami, se va a vacunar allí, en su país de origen. “Allí te ponen las dos dosis aunque lo hayas pasado”, explicaba.