Martín, el hijo de María Pombo y Pablo Castellano, está a punto de celebrar su primer cumpleaños. Fueron las pasadas navidades cuando la influencer y su marido se estrenaron en la paternidad, concretamente el día 27 de diciembre. A lo largo de estos once meses, la pareja nos ha ido enseñando lo mucho que ha crecido el niño de la casa, que por el momento no tendrá que compartir sus juguetes con un hermanito o hermanita. Precisamente sobre la maternidad, sobre los comentarios en las redes sociales y sobre la decisión que tomó cuando cogió en brazos al pequeño ‘Tintín’, se ha explayado en una entrevista exclusiva con Cosmopolitan.
La hermana pequeña de las Pombo aseveraba durante este reportaje que la llegada al mundo de su primogénito propició algunos cambios en su mentalidad. “Cuando nació Martín sentí que necesitaba renovarme o morir. Pensé que la gente me vería sólo como una madre que se pasa todo el día en casa con el pijama puesto, como una persona aburrida”, desvelaba su principal miedo tras dar a luz. “Pero me niego a dar esa imagen, quiero ser una madre cool y trabajadora. Tengo claro que no voy a perder mi esencia”, descubría cuál era su principal reto en redes, su espacio de trabajo, en esta nueva fase vital.
Con más de 2 millones de seguidores a sus espaldas, María también ha asumido en esta charla que sufrió ansiedad en una etapa en la que tenía la sensación de que no podía quejarse ni lamentarse frente a la cámara al estar en una situación "de privilegio": “Me detectaron la esclerosis, tuve algunos problemas con familia y amigos y, además, me acababa de quedar embarazada y no sabía si las cosas iban a salir bien porque sólo pensaba en todo lo que le podría pasar al bebé. Me imaginaba y me ponía siempre en lo peor. No estaba bien ni tenía la misma luz y mis seguidores lo notaban”, recordaba en esta charla. Por eso, finalmente, la joven decidió sentarse y asumir que su existencia era maravillosa, pero que no era inusual encontrarse mal ante sus acontecimientos.
Para gestionar todo este vaivén de emociones lleva dos años y medio “yendo a terapia”. Acudir a un profesional cualificado le parece primordial para mantenerse “sana, centrada y con los pies en la tierra”. Este especialista le estaría dando las herramientas necesarias para evitar que se obsesione, tal y como le sucede en la actualidad, con las críticas que recibe de algunos usuarios: “Así como digo que mis seguidores son un tesoro, también hay personas que hacen un daño terrible porque consideran que sus comentarios, al lanzarlos a través de las redes sociales, te van a dar igual. Y al final los lees y te afectan”.