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Estábamos deseándolo y ya está aquí. 'Mi hogar, mi destino' acaba de aterrizar en Mediaset y ya nos ha dejado auténticos momentazos. ¡El primer encuentro de Mehdi y Zeynep ya se ha producido! ¡Y qué encuentro! Sus miradas se han cruzado y ya sabemos que nada volverá a ser igual en sus vidas. Y es que, aunque su primera conversación no ha sido del todo cordial, lo que ha ocurrido justo antes de esa charla en la que han cruzado reproches sin conocerse, les ha delatado. La tensión y el feeling entre ellos es más que evidente. "Esa chica es diferente. La gente como ella no se enfrenta a estas situaciones, ni siquiera se baja del coche", ha reconocido Mehdi tras la marcha de esa desconocida que ha llegado al barrio para cambiarlo todo.
Pero, ¿qué tiene que ver Zeynep con un barrio humilde como ese? ¿Qué es lo que irremediablemente la va a empujar a ese lugar y a Medhi? La respuesta está en su infancia. Aunque ha sido criada por una familia acomodada, los orígenes de la joven abogada están en ese mismo barrio. Allí vivió durante seis años con sus padres y sus hermanos. La vida no era fácil. Con un padre alcohólico y maltratador, la pequeña ve como sus esperanzas y sus sueños se esfuman cuando su hermano mayor muere. "Se llevó con el sus historias sus libros y el colegio. Se llevó con él mi sueño de ser una gran abogada. El tiempo pasó muy rápido y el único lugar donde el dolor se calmaba era en casa de la señora Nermin. ¿Cómo iba a saber yo que esa casa reescribiría mi destino?"
Sin embargo, todo cambió repentinamente cuando Nermin, la jefa de su madre, plantea la posibilidad de adoptarla. Desafortunadamente, la dramática separación de su madre y las palabras de su padre dejarán una huella imborrable en ella. "'Por fin nos deshacemos de ti'. Esas palabras me dolieron más que todas las palizas que me había dado".
Sin embargo, no tardó en darse cuenta de la grandes oportunidades que le brinda su nueva vida. "Si me pregunta que es un milagro para mí diría que aquel día cuando entré en aquel mudo de color rosa, la oscuridad de pronto se iluminó. Había esperanza. Por primera vez me sentí como una niña, la suerte me sonreía por primera vez. Era como si el mundo fuera mío. Incluso al admitirlo ahora me parece que traiciono a mi madre", dice Zeynep, que siempre se ha sentido en deuda con ella. "Abandoné a la mujer que me había dado la vida, a la mujer que lo sacrificó todo por mí. ¿Cómo podía pagarle haberme traído a este mundo? Tenía un gran peso sobre mis hombros pero sabía que llegaría el día que la recompensaría por todos sus sacrificios. Estudiaría y salvaría a mi madre".
Sin embargo, su nueva vida, sus nuevas amistades, sus estudios... todo hacía que su barrio y su anterior vida quedaran muy lejos y llegó un momento en el que su madre parecía no tener cabida en ese mundo en el que muchos (incluido su novio) desconocen su verdadero origen.
Aunque atrapada entre dos mundos, el amor por su madre le hace regresar a su barrio donde descubre la dramática realidad que viven sus padres. Desolada y con un gran sentimiento de culpa, Zeynep promete cumplir su promesa de la niñez y no abandonarles.
Sin embargo, la respuesta de sus padres no será la esperada. "No te dejes engatusar por sus trucos. Tu padre es muy tramposo. No dejes que te arrastre, no es tu responsabilidad salvarlos", le dicen pero quizá sea ya demasiado tarde. "Tenéis que entenderme, me hicisteis creer que hay una segunda oportunidad. Dejadme dársela a mis verdaderos padres". Pero quizá no sea tan fácil. Sus padres y su novio tienen otros planes. "Quiere abrir una oficina en Londres y quiere que curses allí el doctorado. Papá y yo alquilaremos allí una casa".
Pero Zeynep no es la única que vive una situación dramática. La madre de Mehdi también tiene planes para él. Convencida de que ha llegado el momento de que contraiga matrimonio, ha encontrado la mujer perfecta para él, que se niega rotundamente. ¿Qué pasará cuando descubra que su madre pretende casarle con Zeynep?