Cómo limpiar un bolso de rafia sin estropearlo: guía práctica para mantenerlo impecable

Los materiales nobles requieren tiempo y atención, pero a cambio nos devuelven estilo, durabilidad y un toque de elegancia natural que ningún otro accesorio puede igualar
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Hay materiales que no entienden de estaciones, pero hay otros que, con solo aparecer, anuncian una temporada entera. La rafia es uno de ellos. Ligera, natural, con un encanto rústico que nunca pasa de moda, cada año parece conquistar el armario estival con un aire atemporal, tranquilo y elegante a partes iguales. Cuando las temperaturas se alzan ligeramente en el mercurio, es habitual ver las calles salpicadas de looks en los que predomina este material, y es que un bolso de rafia ya no es un complemento exclusivo de la playa o de los destinos vacacionales.
También hay que tener en cuenta que, con el ir y venir de las tendencias, ha evolucionado notablemente: de su tradicional versión tipo capazo ha pasado a reinterpretaciones modernas, con acabados metalizados, asas de cuero, forros estampados e incluso apliques de pedrería. Sin embargo, esa evolución estilística no ha cambiado lo esencial: su delicadeza.
Todoterreno, pero sensible
Aunque resistente en apariencia, la rafia es una fibra que no tolera bien la humedad, los roces intensos ni los productos agresivos. Y sin embargo, es uno de los materiales más expuestos al uso informal, al polvo, al roce con la ropa o con la crema solar. Esto plantea una pregunta frecuente —y muchas veces mal respondida— en los meses de más calor: ¿cómo se limpia un bolso de rafia sin arruinarlo?
La realidad es que muchos de estos bolsos no sobreviven más de un par de veranos no por defectos de fabricación, sino por una limpieza inadecuada o directamente por la falta de ella. Porque, aunque sea un accesorio de temporada, merece el mismo cuidado que una prenda de calidad. Mantenerlo limpio y en buen estado no solo alarga su vida útil, sino que también habla de una nueva forma de consumir moda: más consciente, más respetuosa con los materiales y más comprometida con el detalle.
Así deberías limpiar tu bolso de rafia para que se mantenga como el primer día
Por eso, en esta guía práctica te explicamos cómo cuidar tu bolso de rafia paso a paso, desde la limpieza básica hasta los trucos de mantenimiento que recomiendan estilistas y artesanos.
En primer lugar, elimina el polvo superficial con un cepillo de cerdas suaves. Hazlo siempre en la dirección del trenzado para no dañar la estructura.
A continuación, es el momento de tratar las pequeñas manchas. Si tiene alguna visible, mezcla un poco de agua con jabón neutro y humedece un paño blanco o una esponja suave. No empapes el bolso: solo debes humedecer la zona manchada y frotar con suavidad. Después, seca de inmediato con un paño seco.
En cuanto al interior, si tiene un forro de tela, sácalo y sacúdelo. Límpialo con un cepillo pequeño, o aspíralo.
Para terminar, deja que se seque en un lugar con sombra ya que la exposición directa al sol puede hacer que la rafia se vuelva quebradiza con el tiempo.
Y no te olvides de guardarlo como se merece…
Cuando termina la temporada, muchas olvidan que guardar mal un bolso de rafia puede estropearlo tanto como no limpiarlo. Lo ideal es mantenerlo en una bolsa de tela (no de plástico), en un lugar seco, sin aplastar. Puedes rellenarlo con papel de seda para que conserve su forma original y así que esté como nuevo la próxima temporada.