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Consejos de una experta en moda para que tu ropa luzca perfecta en vacaciones sin planchar

Una chica de vacaciones
Una chica vestiga muy veraniegaInstagram @mels_anatomy
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Llegan las vacaciones y con ellas el momento de sacar tus mejores vestidos, ese conjunto ideal que reservaste para las cenas junto al mar y aquella camisa de lino que, al probártela, te hacía soñar con paseos por la costa. Pero hay algo que casi nunca falla, después de un viaje en avión o unas horas en la maleta, tus prendas favoritas aparecen arrugadas, apelmazadas y lejos de ese look soñado que tenías en mente. Y entonces empieza la odisea: ¿hay plancha en el hotel? ¿funcionará? Pero, piénsalo… ¿Realmente vas a ponerte a planchar en pleno verano?

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La buena noticia es que no hace falta. Hoy más que nunca, la moda (y la lógica) nos invitan a buscar maneras más prácticas y efectivas de cuidar nuestra ropa durante las vacaciones, sin sacrificar estilo ni ocupar nuestro tiempo libre con tareas que no deberían acompañarnos en una escapada. Y es que existen trucos sencillos, materiales inteligentes y hábitos fáciles de incorporar que te permitirán lucir tu ropa casi como recién salida del armario, estés donde estés.

Sin necesidad de enchufes, sin dramas frente al espejo y, sobre todo, sin renunciar al placer de vestirte bien incluso lejos de casa. Te cuento, como experta en moda, cómo lograr que tus prendas luzcan perfecta en vacaciones sin necesidad de plancha… y sin perder ni un minuto de sol.

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La manera de hacer la maleta, un punto clave

Todo empieza antes de despegar. La forma en la que organizas la maleta resulta crucial para que puedas ahorrarte la plancha. En primer lugar, debes considerar que hay prendas que, por definición, no necesitan estar perfectamente lisas como por ejemplo un top de crochet, un pantalón palazzo de lino lavado o un vestido camisero cuya gracia radica en su caída desenfadada. Así que, considera llevártelas en tu próxima escapada.

¿Cómo hacer bien las maletas para disfrutar de las vacaciones de verano?
¿Cómo hacer bien las maletas para disfrutar de las vacaciones de verano?

Por ejemplo, en lugar de doblar las prendas como harías en un cajón, enróllalas con suavidad, pues ese sencillo gesto sencillo evita los pliegues rígidos que aparecen justo en las zonas más visibles. Por otro lado, las piezas más delicadas deben viajar en la parte superior, donde la presión es menor. Y si quieres darles un extra de protección, intercala papel de seda para evitar que se noten las marcas de cremalleras o hebillas.

Algodón, poliéster o viscosa, los mejores tejidos para llevar

Aunque el lino y el algodón puro tienen un encanto natural, reconocerás que no son los compañeros más obedientes cuando viajas. Por eso, te recomendamos que apuestes por las mezclas “inteligentes” como por ejemplo algodón con elastano, o poliéster y viscosa, que aunque quizás no sean tan “sofisticados” lo cierto es que ofrecen muy buenos resultados a la hora de evitar las arrugas. No se trata de renunciar a los tejidos nobles, sino de reservarlos para planes en los que puedas colgarlos con tiempo o de optar por versiones “lavadas” que asumen la arruga como parte de su estética.

El truco de la ducha y el vapor en el baño

Tras deshacer la maleta, convierte el baño en tu sala de planchado exprés. Cuelga las prendas arrugadas en perchas firmes, abre la ducha con agua caliente durante unos minutos y cierra la puerta. El vapor envolverá la tela y, en menos tiempo del que tardas en ponerte crema, los pliegues se habrán suavizado. Aumentarás aún más la eficacia si pulverizas un poco de agua sobre la prenda antes de exponerla al vapor ya que las fibras se hidratarán y cederán con más rapidez.

Otro accesorio “inesperado” para planchar tu ropa en los viajes es el secador de pelo. A temperatura media y una distancia prudente, resulta sorprendentemente eficaz para “planchar” sobre la marcha. Hazlo en vertical y de arriba abajo. No falla.

Humedece algunas prendas y déjalo colgado toda la noche

Si llegas tarde al hotel y descubres que el vestido que pensabas estrenar se ha convertido en un acordeón, cuélgalo en la ducha, humedécelo con un poco de agua y olvídate de él hasta la mañana siguiente. El peso natural de la tela, ayudado por la leve humedad ambiental, hará el resto. Este truco funciona aún mejor si la dejas cerca de una ventana entreabierta, de este modo la brisa nocturna libera tensión en las fibras y actuará como plancha silenciosa.

Así que, ya sabes, viajar sin plancha no significa resignarse a ir descuidada. Aplica estos trucos y notarás la diferencia en tus looks.