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La historia detrás de los zapatos con suela roja de Louboutin

Probablemente los tacones más reconocibles del mundo
Probablemente los tacones más reconocibles del mundoCortesía de Louboutin
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Hay gestos que cambian la historia de la moda, y el de Christian Louboutin pintando la suela de un zapato con un esmalte de uñas rojo es uno de ellos. Hoy es difícil imaginar un par de tacones de lujo sin esa característica mancha carmesí brillando bajo la pisada, pero lo cierto es que esta firma tan reconocible nació por pura casualidad.

Corría el año 1992 cuando el diseñador francés, entonces un joven apasionado por el calzado femenino, estaba dando los últimos retoques a un stiletto inspirado en una flor exótica. Algo no terminaba de convencerle: “El dibujo era mejor que el zapato”, ha contado en más de una entrevista. En ese momento, vio a su asistente pintándose las uñas con un esmalte rojo Chanel, lo tomó prestado sin pensarlo dos veces y pintó la suela del zapato. El resultado fue inmediato, toda una bocanada de vida, energía, actitud. Nacía así una de las señas de identidad más poderosas de la historia de la moda.

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Desde entonces, las suelas rojas se convirtieron en sinónimo de glamour, éxito y deseo. No hace falta ver el logo para saber que estás ante un Louboutin… Ese destello bajo el tacón es suficiente. Celebridades como Beyoncé, Blake Lively o Sarah Jessica Parker han hecho de ellos su arma secreta sobre la alfombra roja. Porque sí, pueden doler un poco (bastante), pero lo compensan con metros de autoestima.

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El rojo como declaración de intenciones

Más allá del fetichismo y la estética, hay una razón por la que este color funciona tan bien. El rojo no solo es símbolo de pasión; también proyecta poder y confianza. Y eso es exactamente lo que Christian quería transmitir: un zapato que hiciera sentir a las mujeres seguras, irresistibles y en control. “El rojo no es solo un color, es una energía”, suele decir el diseñador.

Una firma reconocible desde el suelo

Esa idea brillante —literalmente— le trajo también sus complicaciones. Louboutin tuvo que enfrentarse a una batalla legal para proteger su famoso color, que en 2018 consiguió registrar oficialmente en la Unión Europea como marca registrada, siempre que contrastara con el resto del zapato. Es decir: no es “un rojo cualquiera”, es el rojo Louboutin.

De los stilettos al universo completo Louboutin

Aunque los Pigalle o los So Kate siguen siendo los más icónicos (y los más fotografiados del planeta), la firma ha sabido evolucionar. Hoy, Louboutin incluye desde sneakers con tachuelas hasta sandalias planas y botines con la misma suela roja brillante. La idea sigue siendo la misma, caminar con estilo, pero también con actitud.

Lo que empezó con un frasco de esmalte se ha convertido en uno de los símbolos más reconocibles del lujo contemporáneo. Así que la próxima vez que veas un destello rojo en la calle, recuerda: no es solo un zapato, es una declaración de intenciones.