Michelle Obama

Así se hizo la sesión de Michelle Obama con Annie Leibovitz, en la que se aprecia un notable cambio físico

Las fotos de Michelle Obama para la fotógrafa han visto la luz y los comentarios sobre su aspecto físico no se han hecho esperarINSTAGRAM @MICHELLEOBAMA
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Michelle Obama vuelve a convertirse en protagonista gracias a una sesión de fotos firmada por Annie Leibovitz para la próxima edición del libro “Women”. La ex primera dama de Estados Unidos ha compartido imágenes de la sesión en su cuenta de Instagram, en la que aparece con una estética muy diferente a la que nos tiene acostumbrados. En la imagen, Michelle posa con una figura más esbelta y vestida con unos vaqueros desgastados, una camiseta gris ajustada y trenzas largas al viento, una imagen que habla de un cambio profundo, tanto físico como simbólico, en la forma en que Michelle Obama ha querido ser inmortalizada. Además, gracias a la cuenta del maquillador de la sesión, Carl Ray, hemos sabido más de la comentada sesión, y los pormenores de esa jornada en la que Obama apareció con un notable cambio físico.

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La ex primera dama ha acompañado la fotografía del siguiente texto: “@AnnieLeibovitz siempre ha sabido que una foto puede hacer más que preservar un momento - puede decir algo. Su libro Women hizo exactamente eso, expandiendo cómo vemos a las mujeres y las vidas que llevan a través de su lente. Fue un honor ser fotografiada por Annie para la nueva edición, capturando las muchas formas en que las mujeres están apareciendo hoy. Espero que lo encuentres tan inspirador como yo”.

El 'making of' de la sesión de fotos con Michelle Obama en vaqueros

Lo cierto es que en el 'making of' de la foto de Annie Leibovitz, Michelle Obama aparece relajada y cercana, dejando que le retoquen el maquillaje y le coloquen adecuadamente la ropa, muy diferente de aquella mujer que ejerció de primera dama en la Casa Blanca, cuya imagen estaba más encorsetada por el rol institucional que desempeñaba. Más allá de su aspecto, llama la atención el protagonismo que quiere dar a su melena con trenzas, un gesto estético que durante años evitó por temor al juicio político, según ella misma ha comentado, pero que ahora se presenta como un símbolo de autenticidad, de herencia cultural e identitaria.

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El otro aspecto que llama la atención es que Michelle Obama aprece con un cuerpo mucho más atlético, una silueta más definida y esbelta que ha generado ríos de tinta, que para unos se debe a su férrea disciplina, aunque otros muchos han alimentado los rumores sobre el uso de Ozempic, ya que su silueta ha vuelto a su aspecto habitual en sus últimas apariciones en actos públicos.

Esta imagen aparece apenas unas semanas después del lanzamiento de su nuevo libro, “The Look”, publicado el 4 de noviembre, fecha que coincide con el aniversario de la primera victoria electoral de Barack Obama, una especie de autobiografía estilística donde Michelle repasa la evolución de su imagen pública desde los vestidos tubo coloridos y los cárdigans que definieron su etapa en la Casa Blanca, hasta los outfits más atrevidos y relajados que ha adoptado en la última década.

La foto de Leibovitz parece dialogar directamente con “The Look”, que reflexiona sobre cómo la moda ha moldeado e incluso limitado su presencia pública, porque no se trata solo de un cambio físico, esta fotografía es una declaración de intenciones, una imagen en la que Michelle Obama se muestra auténtica ante a una sociedad que examina y a menudo critica cada detalle del cuerpo de las mujeres, como bien ha quedado demostrado estos días.

El nuevo libro de Michelle Obama

En “The Look”, en el que describe su estilo en 100 looks de su vida política, Michelle cuenta que fue la primera mujer en ocupar la Casa Blanca que contó con una estilista en nómina (Meredith Koop), consciente de la importancia que cada prenda, cada detalle y cada diseñador elegido formaban parte de la estrategia de comunicación del presidente.

Durante años, su imagen fue interpretada, celebrada o cuestionada a través de un prisma político, reduciendo sus elecciones estilísticas a simbolismos que lanzaban un mensaje al mundo. Hoy, con esta fotografía que se integra en “Women”, un proyecto que busca mostrar la diversidad y complejidad de la experiencia femenina, Michelle no aparece como ex primera dama, sino como una mujer madura y segura, mostrando una belleza que ya no sabemos si está tratando de encajar o cumplir expectativas, pero en la que parece tratar de decir quién es.

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