Eliminamos las fronteras entre dos estilos contrarios: femenino y masculino

Adela Leonsegui 16/01/2014 16:38

El masculino y el femenino son dos estilos contrapuestos que las mujeres manejamos con la misma habilidad. En el estreno de la película “Agosto” las protagonistas vistieron estilos y colores radicalmente contrarios: Julia Roberts llevaba una chaqueta de esmoquin negra combinado con falda y Meryl Streep un vestido blanco de cuello en pico y manga francesa. Muy distintas aunque ambas perfectas.

La ‘it girl’ Alexa Chung se ha ganado a pulso este calificativo. Su estilo es una combinación de pija modernidad con muchas de las mejores marcas de moda de Londres y París y algún detalle de tiendas de ‘mass market’. Es una enamorada del esmoquin en su versión puramente masculina, aunque es capaz de versionarlo y transformarlo en un ceñido vestido muy femenino.

Pero adoptar un estilo masculino no significa que no se pueda ser sexy, e incluso muy sexy. Isabeli Fontana combina un serio ‘tuxedo’ negro con un top y unas sandalias que le restan seriedad. Blake Lively consigue este mismo resultado con el escote de su chaqueta. Saber cuánta piel dejar descubierta es la clave para no pasar de la sensualidad a la vulgaridad.

Vestir como una ‘lady’ no es sinónimo de aburrimiento ni tiene por qué echarte años encima. Adriana Lima y Ana Rujas se ajustan las faldas que las visten ultra-ceñidas y de tamaño midi (con la longitud a media pierna), pero al elegir el color negro aciertan pues aunque los patrones recuerden a otros tiempos, el color negro otorga a los dos modelos un indiscutible aire moderno.

El de Clara Courel es un ‘look vintage’ mucho más arriesgado pues el color del vestido y de los zapatos, además de la estola, recuerdan demasiado a tiempos pasados, aunque ella lo defienda con maestría. Por el contrario si usas el color en un patrón masculino, como el de Hanneli Mustaparta, consigues modernizar el conjunto pues los tejidos de color en el vestuario masculino es una moda demasiado reciente.

El mono, esa prenda tan masculina en otros tiempos por su vinculación con trabajos que realizaban pocas mujeres en otros tiempos, se ha convertido en una de las favoritas del armario femenino. Si además deja la espalda al aire y es de color blanco, resulta tan femenino y sexy como un vestido mini de escote palabra de honor, basta comparar los estilismos de las modelos Joan Smalls y Karlie Kloss.

Llevar al extremo el estilo ‘lady’ requiere un escote profundo, ceñir bien la cintura, un largo de falda que vaya más allá de la rodilla y los zapatos femeninos por excelencia: los salones de toda la vida, como vemos en Zoe Saldana. En cuanto a cómo llevar un esmoquin sin que parezca que vas disfrazada, tenemos el mejor ejemplo en la modelo Laetitia Casta: feminiza tu peinado, maquillaje y accesorios.

No sólo la alfombra roja se alimenta de estos estilos, la calle está llena de mujeres que, como Miranda Kerr, alternan perfectamente ambos ‘outfits’. Del pantalón de cuero al vestido con florecitas y vuelo va un abismo, pero sabemos que el estilismo elegido depende, en muchos casos, no sólo del clima sino del humor con que nos levantemos.

A veces no están muy claras las fronteras. Mezclar como Kate Moss un vestido de encaje con la chaqueta de esmoquin ¿es masculinizar un estilo femenino? y combinar una seria camisa blanca con un pantalón de raso que lleva una sobrefalda añadida, como lleva Diane Kruger, ¿es feminizar un estilo masculino? En eso consiste la verdadera tendencia.