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Si tuviéramos que definir en una sola palabra el estilo de Lady Gaga sería extravagancia. Nunca podremos olvidar sus impactantes outfits en una alfombra roja, como cuando apareció con un vestido hecho de filetes de carne. En cada uno de sus looks va impregnada su personalidad, su toque personal y su carácter. Y, además, consigue lo que busca: no dejar indiferente a nadie.
Porque lo más probable es que no te guste, que su estilo no vaya contigo, pero podrás reconocer que es un desafío a Hollywood y a todo lo establecido. Pero, desde que apareció en la exitosa Ha nacido una estrella, Lady Gaga dejó de lado los filetes para abrir paso a los jeans, los vestiditos sencillos y a las camisas.
En menos de diez años hemos visto toda una transformación de estilo; ha pasado de ser Lady Gaga a Stefani Germanotta, una chica tímida y que se protege con su piano. Porque atrás quedaron las estrafalarias pelucas, los maquillajes imposibles y los vestidos de látex. Puede ser que su última película le hiciera reflexionar sobre qué camino quería tomar, uno más sencillo, alejado de todo lo que había sido hasta ahora. Porque lo cierto es que su talento sigue ahí. La artista ha sido la primera persona en ganar un Grammy, un BAFTA, un Globo de Oro y un Óscar en un año.
Durante todos estos años, la cantante ha recibido una infinidad de apodos ligados a su estilo, como Mother Monster -madre monstruo- y Little Mermaid -pequeña sirena-. Pero pocas personas conocen la historia que hay detrás de esa imagen de chica dura, provocadora y con una exitosa carrera. Stefani no tuvo una infancia fácil y sufrió bullying en sus primeros años de colegio, sus compañeros le llegaron hasta a meter en un cubo de basura. Luego, en la universidad, sus compañeros de clase crearon un grupo de Facebook al que llamaron Stefani Germanotta, nunca serás famosa.
Cuando comenzó a trabajar con varios compositores decidió que lo mejor era cambiarse de nombre. Digamos que el suyo no era muy artístico. Lady Gaga surgió del mítico Radio Ga Ga y aunque por aquel entonces todavía no había lucido un filete como vestido, sí que se notaba su estilo con una personalidad abierta y diferente a la de otros cantantes. The Fame fue su primer éxito y el que le lanzó al estrellato, con él comenzó su gran gira. Su estilo era oginal: una melena larga, blanca y un maquillaje acentuado.
En 2009, lanzó su álbum The Fame Monster, donde sus emociones se centraron en el lado oscuro de la fama, como un yin y un yan entre ambos álbumes. En 2011, dedica su álbum Born this way a la libertad individual, al feminismo y a la religión. Ese año se la incluyó en la lista del récord Guiness.
Dos años después, en 2013, lanzó Artpop, que fue un éxito internacional, donde las críticas que recibió fueron de todos los colores y personalidades. Su estilo siguió siendo extravagante. En 2014, su disco Cheek to cheek junto a Tony Bennett, fue el más profundo y cálido, donde sorprendió a todos cantando jazz.
Luego vendría Joanne, en 2016, con una mezcla de estilos y con el objetivo de reflejar sus sentimientos tras la pérdida de su tía y donde, también, aprovechó para hablar de su familia. Finalmente, en 2018, publicó el álbum A star is born, grabado como banda sonora para la película del mismo nombre. La canción se convirtió en una metáfora de su vida, dejando ese estilo menos convencional y comenzando a lucir otros más elegantes y poderosos.
Su verdadero triunfo llegó en 2019, cuando la artista se hizo con tres Grammy, un Globo de Oro, un BAFTA y un Óscar. Puede ser que con este repaso de su música te hayas hecho una idea de cómo ha cambiado su estilo, pero lo mejor será que te hagas una idea con sus looks en las alfombras rojas. Porque sobre la alfombra roja también ha evolucionado.
En el año 2010, Lady Gaga apareció en los MTV VMA con un vestido, zapatos y un gorro de carne cruda. Desde luego que no dejó a nadie indiferente. Un año antes, la cantante había lucido un body enterizo de encaje rojo transparente. En los Grammy del 2010, la artista lució un vestido un tanto especial, de estilo espacial y como si estuviera fuera de órbita. En los Premios Bambi de 2011, Lady Gaga se enfundó un vestido en el que parecía una ninfa dorada. En los MTV EMA de 2009, también decidió vestirse con un body de encaje rojo, pero esta vez le cubría todo el rostro. Inexplicable. Durante 2011, la cantante apareció, en una presentación, vestida de monja, pero con transparencias.
Tampoco podemos olvidar aquella actuación de 2010, donde la artista junto todas las extensiones de su pelo y se hizo un vestido. Para los Premios VMA de 2009, Lady Gaga se decantó por un vestido de plumas al estilo Steam Punk. Ya a partir de 2013, su estilo se va haciendo más recatado. Hasta que llegamos a Star is Born, donde para recoger todos sus premios optó por unos vestidos más sencillos. Con el que recogió su Óscar era un Little Black Dress y donde dio protagonismo al collar y los pendientes.