Vaqueras, de cuero, lenceras y más: las siete faldas más bonitas de la temporada

  • Las faldas ocuparán en tu armario el espacio que reservabas a los pantalones

Con la primavera ya avanzada, toca empezar a pensar en las tendencias que reinarán en la calle cuando llegue el buen tiempo. Con el cambio de armario, la prenda que va a tomar el espacio que ocupaban los pantalones serán las faldas, que viven una etapa de auténtico apogeo.

Largas hasta el suelo, a media pierna o minúsculas, tienes opciones de estilos diversos y opuestos: románticas, arquitectónicas, minimalistas, aburguesadas, lenceras, de estética militar o festivas.

La manera en que las combines es determinante para que puedas ponértelas para bajar a por el pan, ir a la oficina, a una cena especial o pasar toda la noche de fiesta.

Faldas vaqueras

Una de las tendencias de la temporada es el efecto DIY, es decir, prendas de aspecto artesano con aspecto de haberlas confeccionado con tus manos. Las faldas vaqueras llevan el sello inconfundible de los años 70, con patrones midi acampanados potenciados con tablas y plisados, como el modelo de Stradivarius. Pero también hay mucho concepto de reciclaje y sostenibilidad: faldas como la de Zara, que mezclan tintadas de vaqueros, como si fuera un patchwork casero de vaqueros viejos, o deshilachadas como la de H & M, que parecen cortadas por manos inexpertas.

Faldas de cuero

El cuero aparece como herencia minimalista de los años 90, aunque adopta formas y maneras de otras décadas, que van de los 70 hasta hoy. Marcas como Zara consiguen abrir el abanico a diferentes versiones de falda de cuero: de las clásicas de tablas con largo midi que hace medio siglo se combinaban con blusas de lazo y camisas de enormes solapas, a los diseños arquitectónicos más propios del siglo XXI, sin olvidar la era dorada del minimalismo con patrones tubulares, discretos y contenidos.

Faldas románticas

El romanticismo es otra de las tendencias del año y se manifiesta en diversos largos, formas y tejidos. Faldas vaporosas y largas que parecen flotar cuando caminas, plagadas de volantes enormes o minúsculos, tejidas en encaje o tul o estampadas con románticos motivos naturales. Del resto de prendas con las que la combines depende el resultado, que puede estar en el extremo de bailarina clásica y princesa de cuento a transformarse en estilismo para conciertos de cantante de un grupo grunge.

Faldas lenceras

Las prendas lenceras se han apoderado de la calle en forma de tops minúsculos, slip dress, detalles como puntillas o encajes y tejidos como el raso o el satén. Esta tendencia también ha llegado a las colecciones de Zara y H & M con patrones de faldas simples ligeramente evasé, de largo midi y en tejidos satinados propios de lencería y ropa de cama. Combínalas con jerséis de lana, sudaderas y camisetas de algodón si quieres huir del aire sexy que inevitablemente tienen.

Faldas drapeadas

Las minis drapeadas también tienen un hueco en las tendencias de la primavera. Lisas o estampadas, el patrón que triunfa tiene que reunir dos requisitos: debe ser muy corta e ir rematada con detalles como volantes, asimetrías o lazos que aporten volumen, como los diseños de Brownie, H & M o Zara. Combinarlas con botas militares, sandalias planas o bailarinas es una opción para diario, pero si las llevas con sandalias de tacón se convierten en una prenda más vestida para las tardes y noches.

Faldas tableadas

Entre las más cortas otra de las tendencias que triunfa es el estilo colegial de las minis tableadas. Las de cuadros y tartán que proponen Subdued y Bershka se han convertido en las favoritas del street style, pero las lisas de H & M, menos literales e igual de divertidas, también tienen su espacio en el armario de las prescriptoras de moda. Se han convertido en una de las prendas favoritas de las más jóvenes que las combinan con botas militares para quitarle el regusto a uniforme de colegio.

Faldas plisadas

En línea con las tendencias más clásicas, las faldas plisadas de tamaño midi serán uno de los modelos favoritos de la primavera. Aunque puede parecer un patrón complicado, tiene a su favor su facilidad de adaptación a todos los momentos, pues en función de cómo las combines, son adecuadas para cualquier circunstancia. Combinada con botas y chaqueta atada a la cintura se convierte en la prenda perfecta para la oficina, pero si quieres reservarla para ocasiones especiales, súmale un taconazo y complementos muy llamativos.