Del collar de Rosalía al anillo de Úrsula Corberó: los últimos accesorios de las famosas gritan verano

  • Los accesorios de colores en clave maximalista revolucionan el mercado de la joyería y la bisutería

  • Lo más buscado son los accesorios de plástico, de materiales reciclados o de piedras semipreciosas hechos de manera artesanal

Collares, anillos, pendientes y pulseras a todo color y de tamaño XL, la máxima para los accesorios de este verano es olvidar la timidez y apuntarse al maximalismo. Esta temporada más es más en tamaño, en color y en cantidad.

La bisutería de plástico de colores, los accesorios en materiales reciclados o las piezas de piedras semipreciosas bajo el lema “hecho a mano” se han convertido en las joyas más buscadas de la temporada y las vips están arrasando con el stock.

La tendencia, recuperada de los años 90, ha rescatado del olvido la ostentación en su versión más infantil para llenar de color los looks veraniegos y poner en boca de todo el mundo a firmas que eran prácticamente desconocidas hasta ahora.

El collar con chupetes de Rosalía

Para el último posado de Rosalía que ha incendiado las redes, la cantante ha elegido un total look de la firma Chopova Lowena, una marca asentada en cuatro pilares básicos: el folklore búlgaro, el estilo deportivo, la sostenibilidad y la artesanía.

El collar de eslabones con chupetes de plástico ha sido la pieza que más interés ha despertado entre sus fans y muchos han recordado aquellos charms de resina: los chupetes de la suerte.

Los collares customizados de Dua Lipa

Dua Lipa ha conseguido que la firma de bisutería Ian Charms haya agotado en varias ocasiones las existencias de sus collares hechos a mano. Ella y su pareja, Anwar Hadid, se han convertido en las caras más visibles de esta marca de bisutería que nació con la la pandemia y que fue descubierta por Lorenzo Posocco, el estilista de la cantante.

Los anillos de Úrsula Corberó

Otra firma que se ha viralizado gracias a prescriptoras de moda como Úrsula Corberó, Blanca Miró, Alyssa Coscarelli, María Bernard o Dua Lupa (sí, otra vez, porque ella lo viraliza todo) es La Manso. Esta marca catalana a la que su diseñadora define como “una niña”, es totalmente reconocible por sus orgánicas piezas de plástico que combinan lo ordinario y lo extraordinario, lo básico y lo elevado, lo que está de moda y lo que está pasado de moda.

Los pendientes mexicanos de Patricia Sañes

Los pendientes de esta temporada también llegan en clave divertida. El modelo de Patricia Sañes es de la firma Amori Mori, una marca mexicana que crea joyas artesanales. Estos pendientes, hechos con abalorios de colores y engarzados en aros de plata bañados en oro de 24 kilates, son uno de los bests sellers de esta firma artesana.

Los pendientes de cerámica de Macarena García

La aparente sencillez de los pendientes de Macarena García tiene detrás un trabajo de artesanía que combina la tradición con las técnicas de vanguardia. La cerámica y el cristal son los materiales con los que trabaja principalmente Levens Jewels, la firma barcelonesa creada por la actriz Mar del Hoyo que elabora joyas hechas a mano inspiradas en la naturaleza.

El collar de María Fernández Rubíes

El collar de María Fernández-Rubíes es una de las joyas que puedes encontrar en Cashfana, una plataforma creada por dos hermanas de la Costa Brava que creen en el comercio justo y la artesanía local. Las piezas que venden en su web proceden de los lugares más remotos del mundo, ayudando a obtener ingresos a comunidades con pocos recursos.

Los colgadores para el móvil

Entre los accesorios imprescindibles del verano no hay que olvidar los colgadores para el móvil, las gafas y la mascarilla hechos con piezas a todo color. Se los hemos visto a María Pombo, a Marta Lozano, a Teresa Andrés Gonzalvo, a Melissa Villarreal… y lo divertido es que firmas como Speza Beads, Gummy Pieces o Cosas de Cinta, las personalizan y customizan para cada clienta.

La fiebre por la bisutería hecha a mano

Es evidente que, tras la pandemia, la bisutería y joyería hechas a mano están viviendo un momento de auge. Lo que empezó siendo un simple hobby para Esperanza Carrasco, se ha convertido en un negocio en el que la artesanía y el amor por las cosas bien hechas son la clave para posicionar su marca Hope Mallorca en un mercado globalizado. El futuro es que el consumo consciente se convierta en el lema de la era postpandemia.