Así ha sido la boda de Miguel Fierro Corsini y Teresa Revuelta con invitados de las familias Corsini, Fierro y Cotoner

Miguel Fierro Corsini y Teresa Revuelta, descendientes de dos sagas de renombre, han reunido este sábado a gran cantidad de rostros de la alta sociedad en su paso por el altar.

Miguel Fierro Corsini y Teresa Revuelta han pasado por el altar

Ayer tuvo lugar el que sin duda va a ser uno de los días más importantes en la vida de Miguel y Teresa. El hijo del magnate empresarial Bruno Fierro y su pareja se dieron el ‘sí, quiero’ en una boda celebrada en la Basílica de San Miguel, situada en pleno corazón del Madrid de los Austrias.

Minutos antes de las cinco de la tarde, Revuelta aparecía en las inmediaciones de la iglesia visiblemente emocionada. Del brazo de su padre, escogió un vestido de corte clásico aunque con transparencias en las mangas, falda recta y cuello alto y tipo halter. Además, la novia quiso sustituir el tradicional velo por una capa de más de tres metros de largo con la que puso el broche de oro a su vestimenta. Sin embargo, ese no es el único detalle que quiso aportar a su look nupcial ya que, aunque optó por recoger su pelo en una coleta baja simple, lo adornó con una espectacular tiara de brillantes y unos pendientes largos a juego.

En cuanto al novio, que esperaba en el altar, escogió un traje gris con chaqué negro, un chaleco beige, camisa blanca y corbata con estampado azul.

Los invitados a la boda de la pareja

Entre los invitados se encontraron multitud de nombres pertenecientes a las familias Corsini, Fierro y Cotoner. De ellos, la madrina y madre de Miguel, Patricia Corsini Cotoner, optó por un vestido de flores en tonos morados, rojos y blancos sobre una base azul con un tocado a juego.

El complemento, sin duda, fue uno de los preferidos por las invitadas y es que la hermana del novio, Lucía Fierro, es otra de las que quiso llevarlo, en su caso en color beige y combinado con un vestido con estampado étnico. También su tía, María Corsini Cotoner, lo portó en forma de plumero negro, que encajó a la perfección con las flores de su vestido con base amarilla.

El resto de los asistentes, entre ellos Bárbara de Segarra o María Vega-Penichet, lucieron indumentarias de corte clásico en un enlace sobrio que posteriormente se desplazó hasta la finca privada cercana a la capital, donde tuvo lugar el banquete.