La luna de miel de Belén Écija y Jaime Sánchez en África: animales salvajes, dunas y un naufragio

Hace diez días, Belén Écija, la hija mayor de Belén Rueda y Daniel Écija, y Jaime Sánchez, se daban el 'sí, quiero' en una romántica ceremonia celebrada en Menorca, una isla con la que la novia tiene un estrecho vínculo desde niña. Hasta allí se trasladaron familiares y amigos para acompañar a la pareja en su gran día. Un día inolvidable que empezó con una ceremonia celebrada en la iglesia de Sant Climent, una pequeña localidad rural situada en el municipio de Mahón. Hasta allí llegaba la novia del brazo de su padre, que se mostraba muy emocionado antes de iniciar el paseíllo nupcial.

Tras la ceremonia por la iglesia, los novios y todos los invitados se trasladaron a una finca cercana para disfrutar del banquete y una fiesta posterior en la que no falto detalle alguno. Los novios lo dieron todo en una celebración que se alargó hasta el amanecer y en la que hubo muchos bailes, muchas risas, un cine nocturno, una 'food truck' para la recena y hasta una ensaimada gigante para poner el punto dulce. Belén Écija y su ya marido disfrutaron al máximo de un día inolvidable para ellos y para todos los que les quieren.

Y sin tiempo apenas para descansar y con la resaca emocional por todo lo vivido, la pareja ponía apenas dos días después rumbo a su luna de miel. Una luna de miel que ha comenzado con una increíble estancia en África, donde han disfrutado de unos días de ensueño de los que han ido compartiendo algunos detalles en sus redes sociales. Un viaje que pondrá el colofón a su enlace y del que también se traerán miles de recuerdos imborrables.

Un viaje para aventureros

Para la organización de este espectacular viaje, y tal y como publica 'Vanitatis', la pareja ha confiado en la agencia Honimunn, una boutique digital especializada en planificar viajes de novios a medida. En el caso de Belén Écija y su marido, la agencia habría organizado un viaje por África que ha llevado a la pareja a disfrutar ya de algunos de los rincones más espectaculares del continente como el Big Daddy, la duna más alta de la zona de Sossusvlei y una de las más altas del planeta. Situada en Namibia, la pareja recorrió este paraje a pie disfrutando de cada paso y de cada instante. "Caminata de tres horas con vuelta especial", dijo Écija en sus redes sociales.

Durante este paseo también llegaron a la zona de Deadvlei, un lago seco de arcilla blanca localizado cerca de otro lago seco en el que se encuentran acacias petrificadas y que está rodeado de grandes dunas de arena. "900 años los pobres árboles ahí", escribió Belén junto a una imagen de este paraje de aspecto fantasmagórico.

Además, la pareja ha dado muestra de su espíritu aventurero alquilando un vehículo para recorrer la zona por su cuenta. "Nuestro auto safari de esta tarde sin guía y sin destino final. No dábamos un duro por ver a nadie a estas horas, pero…”, escribía la hija de Belén Rueda en sus historias de Instagram.

Belén Écija, al más puro estilo 'Piratas del Caribe'

Uno de los últimos puntos que han visitado en Namibia ha sido el 'Zeila Shipwreck', un barco pesquero angoleño que encalló en la Skeleton Coast en 2008 y que permanece en la playa, lo que ha hecho que se convierta en uno de los puntos turísticos más reconocidos de la zona. De muy fácil acceso desde la carretera, Belén Écija y su marido han querido acercarse a este punto. Una peculiar imagen que han compartido en sus redes sociales con la banda sonora de 'Piratas del Caribe'. "Aquí el barco Zeila… y esto es lo que me llevo de Namibia", ha escrito la hija de Belén Rueda junto a estas imágenes.

De Namibia a Zimbabue

Terminada su estancia en Namibia, la pareja ha puesto rumbo a Zimbaue, concretamente a las cataratas Victoria, uno de los lugares más espectaculares del mundo. Con una anchura de 1,7 kilómetros y una altura de 108 metros, el salto de agua crea una nube de vapor visible a gran distancia.

Para esta segunda parte de su viaje, la pareja se aloja en el The Royal Livingstone Hotel by Anantara, un lujoso hotel situado a orillas del río Zambeze, con acceso directo a las cataratas Victoria a pie en tan solo 5 minutos. Un enclave mágico que ha sorprendido a la hija de Belén Rueda y su marido. "Desde que hemos llegado no hemos dejado de flipar. Solo entrar en la habitación y salir a la terraza con el río Zambeze enfrente y una cebra a la izquierda", ha escrito la actriz de este viaje del que no sabemos cuál será su próxima parada.