Tamara Gorro tomó una decisión antes de anunciar su separación con Ezequiel Garay

Seis meses después de decidir que "mejor juntos", Tamara Gorro y Ezequiel Garay se separan definitivamente. La presentadora utilizaba su cuenta de Instagram para contar públicamente que, un año después de separarse temporalmente, han decidido continuar sus caminos "por separado" tras doce años de relación y dos hijos en común. "Os quiero contar algo y que lo sepáis por mí y no por ningún medio de comunicación. Ezequiel y yo, definitivamente, hemos tomado la decisión de continuar nuestros caminos por separado", ha dicho a través de un comunicado en el que ha querido resaltar "el amor profundo" que siente por la persona que le ha hecho feliz "durante todos estos años".

La colaboradora de televisión ha dejado claro que tendrá respeto "de por vida" al padre de sus hijos. "Por mi propia salud, no quiero hablar sobre este tema, ya que no me hace bien, es algo muy doloroso. Os pido ayuda, solamente comprensión y respeto. Gracias", ha terminado diciendo.

La decisión de Tamara Gorro sobre su relación con Ezequiel Garay

Esta triste noticia llega tan solo unas semanas después de que Tamara Gorro nos contase en exclusiva la decisión que había tomado con respecto a su relación matrimonial. Tal y como puedes ver en este vídeo, la influencer explicó que, después de lo que pasó al anunciar su primera separación temporal, lo que pasase entre el futbolista y ella no se iba a hacer público. Una norma no escrita que ha tenido que romper para contar la triste ruptura definitiva.

En esa entrevista, la empresaria explicó que la última vez "se fue todo por peteneras". "Si mañana nos volvemos a casar os lo contaré, pero a lo mejor el día que me case. No hablare de cómo me lo ha pedido, cómo no, o sí, no lo sé, pero es que se nos ha hecho pasar tan mal con la separación, sobre todo a Ezequiel, al que se le ha dado mucho, que prefiero no decir nada. No es justo", dijo en aquel momento, una declaraciones que ahora cobran mucho más sentido.

Tamara explicó que consideraba que romper una relación no es "nada malo ni nada bueno" y que son cosas "que pasan en la vida y que hay que tomar con naturalidad". Lo que no quería "permitir" es que se juzque al que era su marido, tal y como ya pasó cuando anunciaron su separación temporal. "Es un juego en el que jamás he entrado. Esa es la línea que voy a seguir", dijo en aquel momento.