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Amelia Bono, hija del político socialista José Bono, y Manuel Martos, hijo de Raphael y Natalia Figueroa, han decidido divorciarse después de trece años de matrimonio. Al parecer, según ha informado en exclusiva la revista ¡Hola!, esta meditada decisión se ha tomado de forma amistosa tras llevar un tiempo distanciados y se niega la existencia de terceras personas que se hayan entrometido en su relación. Tanto es así que ambos continuarán conviviendo como una familia en su casa de Aravaca porque se guardan un enorme cariño y, sobre todo, por el bien de lo más importante de sus vidas, sus cuatro hijos: Jorge, que acaba de cumplir doce años; Manuel, de diez; Gonzalo, de seis, y Jaime, de cuatro.
El concierto que Raphael ofreció en el Wizink Center de Madrid y la comunión de su segundo retoño, han sido los dos últimos eventos a los que acudieron de la mano. Incluso, tan solo unos días antes de este homenaje al músico, el pasado 1 de diciembre, la pareja intercambiaba unas bonitas palabras de amor en redes para conmemorar su aniversario.
“Hace 14 años la vi bajando las escaleras del Chestefield Café de Madrid. Se paró el mundo, el tiempo, y vi toda mi vida por delante junto a ella”, escribía él. “14 años siendo la mujer más feliz del mundo”, le dedicaba ella. Nada nos hacía sospechar que, tan solo siete meses después, coparían los titulares de la crónica social por esta inesperada ruptura.
Natalia Figueroa, madre del productor musical, recordaba en un programa de TVE que ambas familias se conocían antes de que ellos se conocieran. La periodista envió un texto a José Bono para felicitarle por la entrevista que había concedido a Pedro Ruiz. Lo que no esperaba es que el político le respondiera con otra “carta preciosa” y que, tras un intercambio de palabras, acabarían los dos matrimonios quedando para cenar. “¿Quién nos iba a decir que nuestros hijos se iban a casar?”, exclamaba sorprendida.
La escritora recordaba en este mismo formato que su hijo le pedía constantemente que invitara a Amelia a las reuniones y cenas que organizaba con el expresidente del Congreso y su mujer. "Hazlo tú", le animaba ella. Sin embargo, esto no ocurrió, y sus caminos se cruzaron años más tarde, en un desfile de modelos donde Cupido finalmente pudo hacer de las suyas. Aunque intentaron en un principio llevar con la máxima discreción su romance, nunca intentaron esconderse de los paparazzi que inmortalizaban sus primeros planes de pareja.
Tan solo un año después de que el destino los uniera, Amelia y Manuel formalizaban su relación en Toledo, donde se trasladaron más de 600 invitados. Entre esta multitud característica de una boda real, se encontraban rostros tan conocidos y variados como David Bisbal, Carlos Baute, Gallardón, Genoveva Casanova o Ágatha Ruiz de la Prada. Este ‘sí, quiero’ impulsó a los enamorados a cumplir otro de sus sueños: formar una amplia familia que no están dispuestos a que se rompa ahora porque el amor se haya acabado.