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La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin han decidido, "de común acuerdo", interrumpir su relación matrimonial. Este comunicado, que ha sido remitido a EFE, llega días después de que saliesen a la luz las imágenes del exjugador de balonmano con otra mujer. Ambos han querido subrayar que el compromiso con sus cuatro hijos, por lo que piden el máximo respeto a todos aquellos que les rodean.
Estas son las primeras palabras públicas de la infanta Cristina desde que se se publicaron las imágenes de Iñaki de la mano con Ainhoa Armentia, una mujer que trabaja con él en el despacho de abogados. La primera reacción a la noticia fue la de uno de sus hijos, Pablo Urdangarin, que dijo públicamente que se trataba "de un tema familiar" y que son "cosas que pasan" y hablarían entre ellos. Poco después, el deportista volvían a declarar ante los medios que dudaba mucho que su madre conociese esta información, algo que habría pillado por sorpresa en la Casa Real horas antes de que saliese la revista.
Iñaki Urdangarin, protagonista de esta noticia, confirmaba su relación con Ainhoa Armentia a primera hora del día siguiente en su entrada al trabajo. "Estas cosas pasan y vamos a gestionarlo de la mejor manera", decía con gesto serio y rodeado de periodistas. Asimismo, el exduque aseguraba que este asunto era "una dificultad" que gestionaría con su familia "con la máxima tranquilidad y juntos, siguiendo la línea que marcaba su hijo Pablo.
El comunicado que hoy hacen público parece el resultado de esa "gestión" que tenían que hacer en familia. La pareja pone fin a 24 años de matrimonio y cuatro hijos en común, que se convierten en los protagonistas de esta separación, ya que han asegurado "permanecerá intacto" su compromiso con los menores.
Tal y como han dado a entender en este escueto pero aclaratorio comunicado, Cristina e Iñaki tienen una prioridad en estos momentos: el bienestar de sus cuatro hijos. "Nos vamos a querer igual", aseguró Pablo, el segundo hijo del matrimonio, en una de sus intervenciones públicas.
Juan Valentín, el primogénito del matrimonio, es el más discreto de los hermanos. Muy responsable y religioso, el séptimo en la línea de sucesión al trono de España se tomaba un año sabático tras finalizar bachillerato para irse a Camboya como cooperante de la ONG Sauce. A su regreso, en 2018, se matriculó en relaciones internacionales.
Pablo Nicolás, del que hemos hablado previamente, es el más mediático de los cuatro. Con una personalidad más extrovertida y despierta que su hermano, está cumpliendo su sueño deportivo -al igual que hizo su padre- al formar parte del club de Barcelona del balonmano. Más allá de la cancha, Pablo sigue cursando sus estudios de Administración de Empresas en el EU Business School y muestra su faceta más divertida en Tiktok.
Miguel, el tercero de los exduques de Palma, es el más desconocido. El ahijado del monarca, apasionado de la biología y los océanos, vive en Londres, donde está formándose en ciencias del mar. También destaca por ser muy buen estudiante, sensible y divertido, según ha hecho saber su entorno a los medios.
Por último, la pequeña de la casa, Irene Urdangarin, bautizada con ese nombre en homenaje a la hermana de la reina emérita, reside en Suiza junto a la infanta. Deportista, atraída por la moda y la música, y con una fuerte personalidad, se lleva unos meses con su prima Leonor, con quien se la ha comparado en más de una ocasión pese a llevar vidas bien diferentes.